Recuerdo que los domingos por la noche en la dos, sí, para mucho de nosotros nos hemos criado con solo dos canales y que no emitían las 24 horas del día, ponían esta serie, que solo duraba media hora, en la que un hijo mordaz e irónico convivía con su padre de clase media y una asistenta en una típica casa inglesa. "Un lugar donde dormir" es en cierto modo precursora del humor de los "Simpsons" en pequeñas dosis. El hijo siempre tenía una buena contestación al padre acomodado y en plenos años del Thatcherismo contenía una fina crítica a la política ultraliberal de la Baronesa Thatcher. Basta con recordardos dos de los mejores episodios, el de que el padre se presenta a las elecciones locales para salvar su club de bolos y el del tío fanfarrón que se presenta como directivo de una empresa importante y es en realidad el chófer.

En suma, una serie con muy buenos golpes, digna sucesora de "Los Roper" y "Un hombre en casa" y fiel reflejo del tan alabado humor inglés.