El día en que Coppola se metió en guerra lo hizo sin reparar en gastos ni talento; dejándonos -bajo la tronante melodía de la wagneriana área de “El rapto de las valquirias”- unas de las secuencias más impresionantes de cine bélico que en éste se han rodado; evidentemente me refiero al archiconocido ataque de helicópteros sobre la aldea vietnamita.

Pero también el día en que Coppola se metió en guerra surgió un nuevo modo de ver ésta, de describir la angustia y el agotamiento, la sinrazón y la locura. Y ese día, era un día aún demasiado cercano a una guerra que se quería olvidar, que se quería dar por olvidada.

El día en que por primera vez vi “Apocalypse Now” fue en un cine de barrio, no recuerdo que año, pero no debió ser muy lejano al de su estreno en España; y me dejó unas impresiones contradictorias -quizá debido a mi entonces joven edad- que años más tarde tras diversos visionados se convirtieron en una admiración incondicional hacia la cinta; pero desgraciadamente, hace no mucho tiempo, atisbé la nueva versión completa, y no sé si esto le ocurre también a otros de mi generación, pero a mí me dejó una cierta sensación de mal estar; de cómo si hubiesen añadido una mala película que nada tuviese que ver con la que yo tanto añoraba, en fin; sé que seguramente esto se deba más a la nostalgia que a un sincero análisis cinematográfico; pero yo siempre veré mi antigua y original copia; copia que guardo como oro en paño.