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Voto de Felipe Critic:
5
Ciencia ficción. Aventuras. Acción Una erupción volcánica amenaza a los dinosaurios restantes en la Isla Nublar, donde las criaturas han vagado libremente durante años tras de la desaparición del parque temático "Jurassic World". Claire Dearing, ex gerente del parque, ahora fundó el Grupo de Protección de Dinosaurios, una organización dedicada a intentar preservarlos. Cuando a Claire le ofrecen la oportunidad de rescatar algunos ejemplares de la isla, acude a Owen Grady, ... [+]
24 de septiembre de 2018
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Antes de finalizar unos largos, largos créditos de cierre, presencie en completa soledad y con una exquisita melodía de fondo que daba sus últimos respiros previo a la escena post-créditos, un agradecimiento, un nombre y un apellido que engloban la más apreciable y única mejora que a ojos del espectador común puede ser destacada: Guillermo del Toro. Por supuesto que amén de su estrecha relación personal y su fervoroso orgullo escrito en español, ambos comparten con mutualidad consejos sobre los distintos proyectos que ambos llevan a cabo, desde los detalles más imperceptibles hasta los más generales, en este caso: la asfixiante atmosfera que inunda, para deleite de todos, el metraje entero, marca insigne de Bayona y Del Toro.

Siempre regida autoconscientemente por una asombrosa incongruencia en sus fundamentos y una creciente estulticia en los medios utilizados para empujar la historia, “Fallen Kingdom” es una progresión de set-pieces de variable calidad que difiere desde sus inicios con las siempre intrigantes antelaciones. Bien predicaba su director meses previos al estreno que la segunda entrega de esta nueva trilogía jurásica sería la más oscura y tenebrosa con respecto a la saga entera, y no hay más que verdad en sus palabras, cuando menos en la mayoría de las magníficas secuencias de acción en la isla. Aún con la clasificación PG-13 como barrera, Bayona y el director de fotografía Oscar Faura encuentran maneras para que, por lo menos, a partir de la mitad del segundo acto, la película se bañe en un extraño terror de supervivencia, y pese a que padece de una lacerante desconexión en los géneros que utiliza, artísticamente se nutre del maravilloso manejo de cámara, una paleta de colores feroces y el soundtrack bastante corriente de Michael Giacchino , que encuentra su único punto de gloria en las variaciones del himno de la franquicia original. Evitando a capa y espada internet desde la publicación global de las críticas especializadas y el lanzamiento del primer avance publicitario, poco fue lo que llego a mis oídos sobre el largometraje. Teniendo como base única la bombástica precuela hollywoodense de 2015, pronosticaba enormes sorpresas con esta nueva entrada, y aunque en el campo de escritura no había mucha carne para saborear, restaba el potencial visual para intentar nivelar la balanza, propósito que no consigue del todo, incluso teniendo un fabuloso crew. Por mucho, únicamente tres cuadros resultan memorables en su magnificencia artística, algo profundamente decepcionante. No les des a los dinosaurios presas grandes, de hule.

Independiente del resultado, J.A. Bayona acaba de hacer su debut dentro del monstruo cinemático Hollywoodense. Por encima de la gran presión que significaba el exorbitante presupuesto— estimado entre 170-187 millones de dólares, —el director barcelonés tenía sobre sí el peso que otorga una de las sagas más reconocidas e insignes de la ciencia ficción en la historia del cine. Y aunque al parecer, la nueva ronda de filmes predomina la objetivación de los “terribles lagartos—” tesis radicalmente opuesta a, por lo menos, los principios originales de Spielberg—y prioriza las grandes recaudaciones en lugar de concentrarse en un buen proceso narrativo, el cineasta erige su inusual blockbuster a un precio muy alto, dinamizando lo que ya de por sí hacía bastante bien el filme de Colin Trevorrow y desestabilizando su propia visión con un trama muy mal construida, un ritmo decadente y pernicioso, personajes mediocres, actuaciones desprovistas de carisma y una sucesión de pequeñas fallas y/o inconsistencias en el guion que solo provocan la idealización de los fans sobre esta secuela si todo lo anterior hubiera sido de otra manera. Sin duda Bayona es un artista dotado con los visuales y con la emocionalidad que impregna a sus relatos que provocan una experiencia muy marcada y disfrutable, sin embargo, por ejemplo, a diferencia de la libertad creativa puesta sobre el potente y lacrimógeno cuento fantástico protagonizado por Lewis MacDougall, esta vez Universal únicamente usó sus ideas y características en la amenazante puesta en escena.

No se puede renegar de las alucinantes imágenes ni de ciertos set-pieces que erizan la piel en “Jurassic World: Fallen Kingdom” de J.A. Bayona, del mismo modo, no queda más que apreciar la prolija construcción de algunas atmosferas rebosantes de suspenso y las más típicas características del cine de terror mainstream que incrustan sus garras con intolerable tesón. Aunque medianamente eficientes e inusitados por la franquicia jurásica, la oscuridad y dramatismo que el director pretende impregnar a su relato no llega ni siquiera a rozar una satisfacción cabal debido a, en primer lugar, la barrera PG-13 que se interpone en sus propósitos, y en segundo, la discrepancia entre los amenazantes cuadros y el amedrantado guion que prima evidentemente a la hora de evaluarla como un todo. Con los dedos de una sola mano pueden ser contadas las cualidades a favor de esta secuela irregular, que peca de soberbia abriendo camino para el apoteósico clímax cinemático. Es otro blockbuster con poca alma y mucha pirotecnia que de seguro arrasará la taquilla veraniega global por una puesta en escena instintivamente llamativa y agresiva y por el gancho que siempre terminan siendo el dúo protagonista— Pratt y sus dinosaurios, — sin embargo, se desmoronara frente a sus competidoras debido a unas actuaciones flojas, un soundtrack poco innovador y un apartado narrativo y argumental sencillamente pobre e inconexo. Todo para llegar a la conclusión de que el peor pecado de este filme fue limitar la libertad de un artista, en toda la extensión de la palabra. J. A. Bayona pudo llegar a realizar grandes cosas, como por ejemplo, domar a las más salvajes bestias del entretenimiento.
Felipe Critic
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