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Voto de JoyMercado:
1
10 de septiembre de 2021
29 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
...porque yo me esperaba una peli de miedo normalita con la que darme algún que otro susto y me he encontrado con una porquería con la que me he partido de risa. Me gusta hacer críticas serias, pero voy a tratar a la película como siento que el director me ha tratado a mí: tomándome el pelo.
He ido a ver la película con un amigo. "¿Vas a dar muchos botes por los sustos?" le he preguntado antes de entrar. "Pues probablemente, que soy muy cagueta". Ahí nuestro primer error (si no contamos haber pagado por ver esto), porque ni sustos, ni tensión ni nada de nada. Menos mal que teníamos palomitas. El segundo error ha sido cuando mi amigo me ha dicho: "Este chico, ¿no salía en Los Juegos del Hambre?". Pues no, porque a los actores de esta película no los conoce ni su padre. Pero bueno, que eso no tiene por qué ser malo, ¿no? Pues sí, en este caso sí. Cuando un actor hace el ridículo por culpa de un guion lamentable piensas que, angelito, hace lo que puede. En esta película el nivel pésimo del guion queda reforzado por actuaciones en general malas y en particular (hermana de la prota e inspectores de policía) muy malas. Pero no tienes que llegar a conocer a todos los personajes para saber que la película es un bodrio, si eres un poco cuco (aunque no sepas de cine, aunque no hayas visto una peli en tu vida, basta con que tengas ojos) notarás que los planos y el opening de la película huelen a Antena 3 que alimentan. La diferencia es que las de A3 las ves gratis y aquí he hecho el canelo pagando. Y poquito más que decir sin hacer spoilers: la trama es un soberano churro y el género no puede ser definido como "Terror", sino como "Vergüenza". Para ver en grupo y poder comentarla, sacando punta a cada estupidez y anticipándote a los giros.
He ido a ver la película con un amigo. "¿Vas a dar muchos botes por los sustos?" le he preguntado antes de entrar. "Pues probablemente, que soy muy cagueta". Ahí nuestro primer error (si no contamos haber pagado por ver esto), porque ni sustos, ni tensión ni nada de nada. Menos mal que teníamos palomitas. El segundo error ha sido cuando mi amigo me ha dicho: "Este chico, ¿no salía en Los Juegos del Hambre?". Pues no, porque a los actores de esta película no los conoce ni su padre. Pero bueno, que eso no tiene por qué ser malo, ¿no? Pues sí, en este caso sí. Cuando un actor hace el ridículo por culpa de un guion lamentable piensas que, angelito, hace lo que puede. En esta película el nivel pésimo del guion queda reforzado por actuaciones en general malas y en particular (hermana de la prota e inspectores de policía) muy malas. Pero no tienes que llegar a conocer a todos los personajes para saber que la película es un bodrio, si eres un poco cuco (aunque no sepas de cine, aunque no hayas visto una peli en tu vida, basta con que tengas ojos) notarás que los planos y el opening de la película huelen a Antena 3 que alimentan. La diferencia es que las de A3 las ves gratis y aquí he hecho el canelo pagando. Y poquito más que decir sin hacer spoilers: la trama es un soberano churro y el género no puede ser definido como "Terror", sino como "Vergüenza". Para ver en grupo y poder comentarla, sacando punta a cada estupidez y anticipándote a los giros.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Cosas que son tan absurdas que merecen una película propia aparte:
1) La hermana. Apoyo incondicional, no duda nunca de las locuras y chorradas que la protagonista le dice. Llega a decirle a la policía que se planteen que exista un "vínculo psíquico" entre su hermana y el asesino. Di que sí, guapa. Se queda tan ancha diciéndolo y luego liga con Kakaroto, el policía hawaiano.
2) El cuerpo de policía. Una maravilla de eficientes, oiga. Cuando hay una alarma de posible allanamiento van catorce coches patrulla, pero cuando hay una pelea homicida en la cárcel nadie asoma el morro. Si no entiendes las prioridades de la policía, te aguantas. Mención especial a Kakatúa y Resina, los polis con más tiempo en pantalla. Kakapipi se cree guapo e ingenioso, es un optimista el tío, un salao, basta con ver cómo persigue al malo bajando una escalera de incendios peldaño a peldaño mientras el otro ya ha llegado a casa y se ha puesto el pijama. Resina, su compañera, cumple el nada estereotípico papel de poli dura y escéptica que no aporta mucho más que lo que ves. Pero esto no es nada comparado con Conchi, la becaria, forense o qué sé yo, una lerda que babea por Kolakao y hace chistes porque ella, lo que quiere, es estar en una peli de Marvel.
3) Las casas. Parémonos a analizar las casas. Desde la catedral de Burgos en la que vive la protagonista (con vidrieras y noventa mil metros cuadrados) hasta la casa moderna del médico que parece un restaurante del siglo XXVII pero tiene un baño con una pinta de darte herpes según lo miras, pasando por el palacio de Versalles que se ha montado el otro médico en un bloque de apartamentos/burdeles de mala muerte. Las casas son como sus dueños, sin ningún sentido.
4) Gabriel. Qué ricura. Desde pequeñito se le veía tierno y familiar. Gabriel es como la evolución de Voldemort, porque además de tener cara-nuca tiene unos bracitos de tiranosaurio Rex que te mondas. Tiene sus cosas, como una poquita de celos y poderes sobre los aparatos eléctricos (y los marcapasos, qué narices). Para que no sepas dónde está, habla por teléfono con su hermana... ¡pero el muy pillín está dentro de su cráneo! ¡Pillastre! No, en serio. Qué es esto. Qué es esto de tomar el control y andar para atrás con las articulaciones más desencajadas que mi Angemon transformable. Qué es esto de salir del cráneo y volver a meterse sin dejar ni media cicatriz. Y POR EL AMOR DE DIOS, QUÉ ES ESTO DE QUE LO METIESEN A PRESIÓN EN LA NUCA DE SU HERMANA EMPUJANDO CON UN DEDITO. Todo ridículo, me he partido de risa con el bueno de Gabriel. Mi amigo ha dicho en el minuto cinco que el malo iba a ser en realidad la prota. Yo apostaba por un hermano del pasado. Ambos hemos acertado. A cascarla.
1) La hermana. Apoyo incondicional, no duda nunca de las locuras y chorradas que la protagonista le dice. Llega a decirle a la policía que se planteen que exista un "vínculo psíquico" entre su hermana y el asesino. Di que sí, guapa. Se queda tan ancha diciéndolo y luego liga con Kakaroto, el policía hawaiano.
2) El cuerpo de policía. Una maravilla de eficientes, oiga. Cuando hay una alarma de posible allanamiento van catorce coches patrulla, pero cuando hay una pelea homicida en la cárcel nadie asoma el morro. Si no entiendes las prioridades de la policía, te aguantas. Mención especial a Kakatúa y Resina, los polis con más tiempo en pantalla. Kakapipi se cree guapo e ingenioso, es un optimista el tío, un salao, basta con ver cómo persigue al malo bajando una escalera de incendios peldaño a peldaño mientras el otro ya ha llegado a casa y se ha puesto el pijama. Resina, su compañera, cumple el nada estereotípico papel de poli dura y escéptica que no aporta mucho más que lo que ves. Pero esto no es nada comparado con Conchi, la becaria, forense o qué sé yo, una lerda que babea por Kolakao y hace chistes porque ella, lo que quiere, es estar en una peli de Marvel.
3) Las casas. Parémonos a analizar las casas. Desde la catedral de Burgos en la que vive la protagonista (con vidrieras y noventa mil metros cuadrados) hasta la casa moderna del médico que parece un restaurante del siglo XXVII pero tiene un baño con una pinta de darte herpes según lo miras, pasando por el palacio de Versalles que se ha montado el otro médico en un bloque de apartamentos/burdeles de mala muerte. Las casas son como sus dueños, sin ningún sentido.
4) Gabriel. Qué ricura. Desde pequeñito se le veía tierno y familiar. Gabriel es como la evolución de Voldemort, porque además de tener cara-nuca tiene unos bracitos de tiranosaurio Rex que te mondas. Tiene sus cosas, como una poquita de celos y poderes sobre los aparatos eléctricos (y los marcapasos, qué narices). Para que no sepas dónde está, habla por teléfono con su hermana... ¡pero el muy pillín está dentro de su cráneo! ¡Pillastre! No, en serio. Qué es esto. Qué es esto de tomar el control y andar para atrás con las articulaciones más desencajadas que mi Angemon transformable. Qué es esto de salir del cráneo y volver a meterse sin dejar ni media cicatriz. Y POR EL AMOR DE DIOS, QUÉ ES ESTO DE QUE LO METIESEN A PRESIÓN EN LA NUCA DE SU HERMANA EMPUJANDO CON UN DEDITO. Todo ridículo, me he partido de risa con el bueno de Gabriel. Mi amigo ha dicho en el minuto cinco que el malo iba a ser en realidad la prota. Yo apostaba por un hermano del pasado. Ambos hemos acertado. A cascarla.