Incomodísimo estreno en la dirección de Power Regimbal con una cinta terroríficamente efectista y efectiva que corta y pega de otras muchas logrando un resultado más que satisfactorio. Matrimonio con hijo de ocho años con bigote, que tratan de superar la reciente pérdida de una hija marchan a la "cabaña", palacete rural en mitad del bosque, a pasar un idílico fin de semana. De la nada aparecen los vecinos de apellido polaco que desde el primer momento causan una sensación de angustia de agárrate y no te menées. Cena autoinvitada de bienvenida y mal rollo hasta los postres, con amago de navajazo infantil incluído.
Tensión bien llevada, fotografía superior, buena banda sonora e interpretaciones en general decentísimas, a destacar la de Selma Blair, hacen de In their skin un producto muy por encima de la media y estupendo si te mola el malrollismo contínuo.
Lo mejor: Te atrapa sin darte cuenta y no te suelta hasta el final. Y eso, no nos engañemos, no pasa muy a menudo. Momentos como el de la Xbox mientras esperan en el baño son dignos de aplauso.
Lo peor: Según avanza roza los límites del subproducto televisivo aunque sin llegar nunca a traspasarlo. Si fuera mía quemaría los últimos treinta segundos.