Amo la novela de Dulce Chacón. Me la ventilé en un suspiro y lloré a moco como pocas veces en mi vida. También me gusta y mucho Zambrano, capaz de narrar los desgarros sentimentales y personales femeninos como pocos. Por eso, cuando me enteré de que era él quien adaptaba la novela me puse a dar palmas literales. Pero luego vi la peli y salí frío. Muy frío. Porque mi Pepita no tiene nada en absoluto que ver con la de la multipremiada María León básicamente. Y porque, qué coño, es muy difícil adaptar un novelón, ya lo hemos visto mil veces. La peli es muy interesante, solventemente realizada e interpretada bien, aunque no genial. Con decir que reconozco más a Hortensia en la guapa pero inefable Inma Cuesta de Águila Roja...
Para aquellos que no leyeron a Chacón, sin duda.
Y para muchos de los que la leyeron, que yo me pongo en plan gafapasta repugnante con una facilidad asombrosa.
Y, hombre, es una de las mejores españolas del año. Véanla.
Yo en unos días le subo dos puntos, fijo.
Lo mejor: Wagener, escandalizantemente buena.
Lo peor: Ver al Luisma de Homo Zapping a lo Igartiburu de entre guerras en la protagonista.
Y conste que me parece un actrizón muy a tener en cuenta.
¿Desorientados?
Hagan lo que quieran, en serio...