La saga de American Pie (las tres primeras, el resto no las considero ni parte de la saga ni películas), estuvieron hechas en mi época adolescente, con lo cual en gran parte mis amigos y yo, nos sentíamos identificados con esa pandilla de descerebrados que poco a poco encontraban el amor de una forma u otra. Al fin y al cabo eso nos pasa un poco a todos, y a la vez la saga era una buena forma de juntarnos y echar unas risas con los personajes. Recuerdo haber visto la saga con los mismo amigos y en el mismo cine, pero al igual que en esta cuarta entrega el tiempo pasa y los amigos varían. Sinceramente me hubiese gustado ver esta última entrega con los mismo de antaño, pero las circunstancias no son las mismas. Bueno a lo que iba, esta última parte, nos enseña la madurez a la que ha llegado la vieja pandilla, y el hecho de como al reunirse, intentan volver al pasado, cosa que por mucho que lo intentes nunca pasará. La cinta te abre una ventana reflexiva para que mires por ella y veas que todas las etapas de tu vida tienen sus cosas buenas y sus cosas malas, que pese a que la distancia haga que tus amigos de la infancia y adolescencia se separen para vivir sus vidas, siempre estarán ahí para las cosas importantes. Y eso es real, si los amigos son buenos, es real, y eso es básicamente lo que la película transmite y te hace comprender.
Sin dejar atrás la comedia, American Pie ha madurado al igual que sus personajes, convirtiéndose en una comedia menos alocada pero igual de efectiva.
Si te gustó American Pie I, II y III, y las viste siendo un adolescente, en parte te verás identificado.
7/10.