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Voto de Luis García:
6
![](https://filmaffinity.com/images/myratings/6.png)
4,4
962
Ciencia ficción. Drama
Secuela de la aclamada producción independiente de 2007 "The Man from Earth", dirigida por Richard Schenkman tomando como base un guión de Jerome Bixby ("The Twilight Zone"). En este caso, se desarrolla 10 años después, recuperando personajes del film original y añadiendo otros nuevos. (FILMAFFINITY)
Estreno Online: 21 de enero 2018.
Estreno Online: 21 de enero 2018.
25 de noviembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Man From Earth: Holocene es una secuela interesante, de menor calidad que la original. Pero mejorar o igualar a la primera era, evidentemente, complicado, por no decir imposible.
En esta película hay menos debate científico que en la original, por no decir casi ninguno, pero gana en debate religioso. En esta película se ahonda en la radicalidad o fanatismo de las ideologías religiosas y hasta qué punto la gente es capaz de defender y salvarguardar sus propias creencias y dogmas de fe.
Esta película también pierde en "teatralidad". El tiempo y la acción no transcurre en un mismo espacio, como así ocurría en la primera, siendo los profundos diálogos los que captan nuestra atención. Lástima, porque en la oríginal eso funcionó muy bien.
Las interpretaciones son también más pobres que en la primera, sobre todo por parte de los adolescentes estudiantes.
Aún así, es una película interesante, digna, que nos sigue mostrando las dificultades que tiene en la vida un ser inmortal de más de 14000 años, entre ellos, la contínuas separaciones con seres queridos o la preservación de la privacidad y el anonimato por el riesgo de ser descubierto.
En esta película hay menos debate científico que en la original, por no decir casi ninguno, pero gana en debate religioso. En esta película se ahonda en la radicalidad o fanatismo de las ideologías religiosas y hasta qué punto la gente es capaz de defender y salvarguardar sus propias creencias y dogmas de fe.
Esta película también pierde en "teatralidad". El tiempo y la acción no transcurre en un mismo espacio, como así ocurría en la primera, siendo los profundos diálogos los que captan nuestra atención. Lástima, porque en la oríginal eso funcionó muy bien.
Las interpretaciones son también más pobres que en la primera, sobre todo por parte de los adolescentes estudiantes.
Aún así, es una película interesante, digna, que nos sigue mostrando las dificultades que tiene en la vida un ser inmortal de más de 14000 años, entre ellos, la contínuas separaciones con seres queridos o la preservación de la privacidad y el anonimato por el riesgo de ser descubierto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Un detalle muy rico de la película es la preocupación del personaje John al notar como empieza, por primera vez en miles de años, a envejecer. ¿Canas y arrugas después de 14000 años? ¿Qué me pasa? ¿Estaré muriendo? ¿Es el fin? Pero debajo de toda esa preocupación, hay una respuesta lógica del propio personaje, que no deja de ser una crítica social al mundo actual: contaminación, mercurio en los alimentos, comida transgénica... El mundo se va a la mierda, y yo con él. Será el fin de los dos.
Finalmente, queda un final muy abierto. Y se nos presenta un agente del FBI investigando a John. Para ellos, la lógica más clara no es que sea un inmortal que fue Jesús, estudió a Buda, viajó con Colón o fue amigo de Van Gogh, sino que se trata de un asesio en serie que cambia de lugar cada 10 años, dejando tras de sí crímenes sin resolver. El director de la película nos presenta otra realidad, en la que un agente del FBI no se va a hacer preguntas filosóficas o trascendentales, pues su mentalidad cerrada, corta de miras, cuadriculada o conservadora no da lugar a fantasías, por muy desarrolladas que estén.
Realidad frente a fantasía. Desaparece la magia. Y con ella la ilusión de muchos espectadores. Eran tan bonita la historia que me habías vendido que ahora no podéis decirme que es un simple asesino en serie... En cambio, lo bonito sí sería ver cómo él se enfrenta a una persecución policial cual Harrison Ford en El Fugitivo, pero esa tercera película sí que sería una prueba de fe.
Finalmente, queda un final muy abierto. Y se nos presenta un agente del FBI investigando a John. Para ellos, la lógica más clara no es que sea un inmortal que fue Jesús, estudió a Buda, viajó con Colón o fue amigo de Van Gogh, sino que se trata de un asesio en serie que cambia de lugar cada 10 años, dejando tras de sí crímenes sin resolver. El director de la película nos presenta otra realidad, en la que un agente del FBI no se va a hacer preguntas filosóficas o trascendentales, pues su mentalidad cerrada, corta de miras, cuadriculada o conservadora no da lugar a fantasías, por muy desarrolladas que estén.
Realidad frente a fantasía. Desaparece la magia. Y con ella la ilusión de muchos espectadores. Eran tan bonita la historia que me habías vendido que ahora no podéis decirme que es un simple asesino en serie... En cambio, lo bonito sí sería ver cómo él se enfrenta a una persecución policial cual Harrison Ford en El Fugitivo, pero esa tercera película sí que sería una prueba de fe.