Siguiendo con la pauta marcada por el propio Tom Cruise desde la creación del primer film en 1996, el actor/productor y estrella contrató para esta nueva entrega los servicios de todo un emblema del cine de animación reciente, Brad Bird, responsable de ‘El gigante de hierro‘, ‘Los Increíbles’ o ‘Ratatouille‘. Este film fue su debut dentro del cine con personajes reales llevando a cabo un trabajo generoso en cuanto a espectacularidad pero inconsistente en su conjunto, es decir, un compendio de logradas escenas arriesgadas que al fusionarse con el resto del conjunto no calan como debería... Así las cosas, se podría decir que: ‘Misión Imposible: Protocolo Fantasma’ contiene momentos de suspense dignos de los vistos en la cinta inaugural firmada por De Palma, y alcanza cotas de acción adrenalínica a la altura del tercer episodio que dirigió Abrams, pero sin que su conglomerado supere a ninguna de estas. No obstante, hay que destacar muy positivamente los guiños a las anteriores entregas de la saga, estos son de agradecer, puesto que los guionistas por primera vez optaron por no obviar los films precedentes.

En el apartado de las interpretaciones estás son lo que se les pide o lo que se les debe pedir en una cinta de estas características, que busca ante todo entretener al público. Cruise sigue en forma para dar vida al héroe, y por lo que se ve por muchos años más. Paula Patton (aunque con más protagonismo del necesario) luce bella, y está a la altura en el apartado físico. Jeremy Renner da un paso al frente e incluso se permite un chiste a costa de su cacareada posible homosexualidad.
El protagonista de las Millennium originales, Michael Nyqvist, no necesita de grandes esfuerzos para resultar odioso (atención a sus actos) y por último Simon Pegg disfruta de muchos más minutos aquí que en la tercera entrega, lo cual se agradece, puesto que es un intérprete con un timing excelente para la comedia.

Terminando cabe decir que ‘Misión Imposible: Protocolo Fantasma’ fue junto a ‘Asesinos de Élite‘ la mejor cinta de acción del año 2011, año bastante flojo en cuanto a cintas de calibre de este género. Eso sí, si se las compara con sus entregas precedentes, el film de Brad Bird, se queda por debajo tanto de la primera (e inalcanzable) cinta inicial obra de Brian De Palma y del entretenimiento de primer orden parido por Abrams. Bird demuestra su buena mano para planificar y llevar a cabo acojonantes set pieces de acción pero flojea en cuanto debe de dotar de ritmo al conjunto. Ahora bien, no se le puede negar que tiene todos los ingredientes para entretener y, por supuesto, que lo hace, pero su falta de valentía a la hora de dar el protagonismo absoluto a Cruise la acaba mermando.

-Lo mejor: Que por momentos llega a mezclar a la perfección tanto la esencia de la cinta firmada por De Palma como del actioner trepidante de Abrams. Lástima que sean sólo eso, momentos sueltos.

-Lo peor: La falta de consistencia en su ritmo. En su conjunto, el film no tiene garra, a pesar de que sus escenas de acción son en su mayoría prodigiosas, sobre todo porque toma el camino de la tercera parte, sin que Bird consiga llegar nunca al nivel de maestría que Abrams alcanzo en aquella. Una dañina inclusión de personajes secundarios que acaban teniendo más peso en la cinta del que deberían.

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