Paul Greengrass fue contratado para realizar la secuela, debido a su éxito reciente con la pelicula de TV ‘Bloody Sunday’. Su estilo quedaría reflejado durante las escenas de acción de ‘El Mito de Bourne’, consiguiendo realzarlas de forma increíble.

Matt Damon volvió a encarnar a Jason Bourne, protagonista absoluto de la saga. Lo cierto es que este actor norteamericano se ha desenvuelto en bastantes papeles y siempre ha sabido amoldarse a ellos para sentirse cómodo, reflejándolo así también en esta película. Matt no fue el único que repitió, pues también volvieron a aparecer Brian Cox (Ward Abbott), Julia Stiles (Nicky Parsons) o una breve aparición de Franka Potente (Marie Kreutz). Se unieron al casting artistas como Joan Allen (la Directora adjunta de la CIA Pamela Landy) o Karl Urban (como el asesino Kirill).
Cabe decir que todo el reparto realizó una más que decente interpretación durante todo el film, destacando (como en la anterior entrega) el buen hacer de Brian Cox.

La película se desenvolvió entre entramados de conspiraciones, dando al espectador la información a cuenta gotas, recogiendo los trozos del puzzle. Confusa en parte al principio, pero que consigue que el rompecabezas tenga sentido llegados al punto final de esta entrega. Debido a que ya en la primera parte se presentaban a los personajes y las pinceladas iniciales que cubrirían toda la saga, esta secuela abandonaría parte de esa intriga sobre la identidad real del protagonista para llenarse con una mayor cantidad de escenas de acción. No me malinterpretéis, eso no significa que el argumento quedara totalmente descuidado o que los personajes se mostraran más planos, aunque si es verdad que la calidad quedó algo más reducida comparada a su anterior entrega.

Como ya he dicho en el anterior párrafo, en esta entrega la acción adquirió un cariz más importante. Recorriendo diferentes escenarios y países (en sitios tan pintorescos para el espectador yanki como puede ser Moscú, Munich o Napoles) vimos una serie de trepidantes escenas, desembocando en una increíble persecución en tierras rusas que dejará a cualquiera con la boca abierta. Si antes decíamos que el apartado argumental era inferior a la anterior entrega, en el de acción mejoraron considerablemente lo conseguido. De lo mejorcito de la década pasada.

En definitiva: ‘El mito de Bourne’ cumple sobradamente como película y como secuela, aunque flojee como adaptación. Su acción trepidante hará las delicias del espectador y, pese a su (en ocasiones) estrambótico argumento, no le dará tiempo a apartarse de lo que ocurre en la pantalla. Es un film que destaca en cada uno de sus apartados, lo cual resulta difícil de conseguir hoy en día.

-Lo mejor: Los personajes (Matt Damon y Brian Cox como parte fundamental). Las increíbles escenas de acción (en especial las persecuciones).

-Lo peor: El argumento, algo más descuidado que en la anterior entrega.

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