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España España · Barcelona
Voto de SCuenca:
5
Ciencia ficción. Thriller. Terror Clive (Adrien Brody) y Elsa (Sarah Polley) son dos brillantes científicos que, por medio de la ingeniería genética, se dedican a crear variaciones de especies conocidas. Aunque han alcanzado el éxito, su ambición les hará perder el control, cuando, en secreto, decidan llevar sus experimentos más allá de la moral. Combinando ADN humano en sus experimentos genéticos obtendrán un nuevo escalón en el árbol evolutivo actual. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2010
25 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo un velo de expectación llegó “Splice: experimento mortal” (que se han lucido con el título traducido que parece de peli de sobremesa) el último trabajo de Vicenzo Natali a las pantallas de cine, director que nos fascinó hace doce años realizando una joya como Cube (1997). Pero no, Natali no lo consigue. Y lo que es peor aún, se hunde al haber caído en los tópicos que suelen caer muchas películas de terror alejándose de la frescura que con que sorprendió a todos años atrás.

Una película que se queda a medias en todo y que no logra arrancar en ningún momento debido a que cae incasablemente en estereotipos que cualquier cinéfilo lo descubriría fácilmente. Y eso, que a pesar de que la premisa con la que empieza Splice no es mala ni mucho menos: La idea de fusionar el ADN de varios animales para obtener una nueva especie, es el principal objetivo de dos científicos llamados Clive (Manolete) y Elsa (Sarah Polley). Estos, debido su ansia de ambición y empujados por las restricciones que les interpone la empresa para la que trabajan, los llevará a ir más allá de lo permitido y combinaran ADN humano en sus experimentos, creando una nueva especie de animal, un nuevo tipo de quimera, donde sus genes humano y animal están fundidos en un solo cuerpo... pero no sólo esto ocurrirá con sus genes…

La moralidad que supone crear una criatura así y las consecuencias que provoca también es un aspecto bastante interesante. Ver como los protagonistas penetran en una zona prohibida que va en contra de las normas y la moralidad humana, sin ser conscientes de las consecuencias que tendrá este hecho a corto plazo (debido al acelerado crecimiento de la criatura). O cómo la pareja de científicos se convierten en padres y profesores intentando adoctrinar la criatura (que acabaría llamándose Dren). Un sensual ser con anatomía femenina, aprenderá conceptos básicos como un primitivo lenguaje, vestirse o intentar comer utilizando utensilios tan extraños para ella como son el cuchillo y el tenedor. Son algunos de los aspectos por los cuales el espectador no se sentirá decepcionado.

Tanto Adrien Brody como Sarah Polley hacen una actuación modesta, apenas testimonial. Ninguno logra destacar por encima del otro debido a que gran parte del protagonismo se lo llevará una irreconocible Delphine Chanéac realizando el papel de Dren, no sólo por el increíble trabajo de maquillaje sino porque sobre los hombros esta morbosa criatura descansara lo único interesante en el film.

Ni siquiera la música realizada para la ocasión logra hacernos olvidar que estamos viendo algo repetitivo y demasiado visto. Así, que por mucho que Cyrille Aufort hay compuesto para la ocasión algunos temas interesantes como “Main Title” o Birth Scene”, la película tomará un ritmo descendente.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
SCuenca
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