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Voto de Revista Contraste:
7
Drama. Comedia El oscarizado guionista y director Paolo Sorrentino presenta la historia de un chico, Fabietto Schisa (Filippo Scotti), en el turbulento Nápoles de los años ochenta. En "Fue la mano de Dios", hay lugar para alegres sorpresas, como la llegada del legendario futbolista Diego Maradona, y para una tragedia igual de imprevista. El destino interpreta su papel, la alegría y la desdicha se entrelazan y el futuro de Fabietto echa a rodar. ... [+]
17 de diciembre de 2021
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El cine no sirve para nada, pero al menos distrae de la realidad”. Esta frase, pronunciada por Fabietto en un momento aparentemente intrascendente, podría ser fácilmente el núcleo de la película. En ella, Paolo Sorrentino se abre al público con una emotiva historia para narrar el inicio de su vocación como director de cine.

El cineasta vuelve a su ciudad natal, Nápoles, en los años 80, para sumergirse en un pasado doloroso y reconstruir sus sentimientos en una cinta muy íntima. Y aunque el drama abunda, el film está lleno de humor ácido y sensibilidad, por lo que nunca cae en fatalidades.

Sorrentino, a través de su alter ego, Fabietto, construye durante la primera mitad un retrato preciso y alegre sobre su localidad, su familia y su infancia. Por eso, al espectador –igual que debió de sucederle al director– la desdicha le golpea con más fuerza cuando llega y destruye ese universo paradisíaco. No obstante, la cinta no pretende suscitar la lágrima fácil, sino echar la vista atrás, hacia la adolescencia y revivir ese despertar del amor, las discusiones en casa o las decisiones sobre el futuro.

Siguiendo las indicaciones de su mentor, Antonio Capuano, Sorrentino descubre aquí aquello que tenía que decir. Y lo hace en Nápoles, entonces, una ciudad poco apreciada por los artistas, pero que tenía mucho que contar. Además, hace gala de un equilibrio magistral entre comedia y tragedia, belleza y personajes grotescos, combinando con maestría el júbilo y la tristeza que rodearon su niñez.

Fue la mano de Dios es un título –y un juego de palabras muy apropiado– en el que Paolo Sorrentino comparte sus vivencias más personales con delicadeza, entremezclando cine, fútbol y el paso de la juventud a la vida adulta. Es una conmovedora trama, con experiencias extravagantes, donde el luto por la muerte se vive a la vez que la agitación por la llegada de Maradona. Y quizá son esas pequeñas satisfacciones las que permiten sobrellevar el duelo.

www.contraste.info
Revista Contraste
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