Sencilla en su tratamiento, brutal su relato, hacía tiempo que no lo pasaba tan mal viendo una película, Tan reivindicativa y honesta, valiente y dura. De visionado obligatorio en los centros docentes de todos los países del mundo. Con un presupuesto tan bajo se pueden hacer grandes milagros, decir y emocionar tanto sin grandes intérpretes, con muy pocos medios, todo tan simple y artesano, sin aspavientos tanto técnicos como literarios, un pequeño guión y una gran obra. Todo el mundo conoce el tema a tratar pero nadie se lo imagina tan cruel. Basada en hechos reales. 8/10