Haz click aquí para copiar la URL
España España · Galiza
Voto de Karlos:
6
Drama Terribles fueron las luchas que Iván IV el Terrible, primer zar de Rusia, tuvo que sostener contra sus enemigos del interior y del exterior para crear un estado fuerte y moderno. En 1547, a los 17 años, Iván es coronado zar en la catedral de Moscú por el patriarca Macario. El apoyo de la Iglesia confirió al acto un prestigio sagrado que sería la base de la autocracia zarista. En el interior, para combatir a los boyardos (la poderosa ... [+]
13 de agosto de 2007
23 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
LO MEJOR (justificación de la nota):
-Concatenación de planos cortos/largos muy ajustada y precisa.
-Magnífica fotografía en blanco y negro.
-Decorados sobrios, muy alejados del tentador barroquismo hollywoodiense, que habría sido un craso error.

LO MENOS BUENO:
-Acusado tono declamatorio de las interpretación gestual penaliza severamente el corte anticuado de la película: esos ojos tan abiertos que parecen salirse de las órbitas, esos cabeceos parsimoniosos, ese hablar con silabeo, ese encorsetamiento en la hosquedad (tardamos más de una hora en ver una sonrisa en pantalla)...
-Se echa en falta más agilidad narrativa:
1) hay muchas cosas que contar, lo mejor habría sido hacerlo;
2) si no se cuentan, conviene dedicar ese metraje a perfilar los personajes concediendo más importancia a la réplica/contrarréplica de los diálogos. Pero ni una cosa ni otra:
1) Los acontecimientos históricos acaba diciéndolos un mensajero que entra de repente en escena, en vez de presentarlos al espectador durante el devenir del relato. De hecho, apenas se cuentan escenas en exteriores a lo largo de la película, a pesar de que hacer continua referencia a batallas en Kazán, Polonia y Livonia. Consecuencia de ello es la impresión de teatralidad y de "cine estático". (Parece ser que el rodaje se produjo en unas condiciones muy precarias, al final de la guerra)
2) Tampoco se perfilan con precisión los personajes, sino que se ofrece de ellos una visión MUY MANIQUEA y carente de matices; parecen seres unidimensionales: cada individuo vive obsesionado por una única cosa, que condiciona totalmente su comportamiento, y a ella subordina todo lo demás.
- El pueblo ruso, del que se hacen continuas referencias, brilla por su ausencia en pantalla. No esperaba escenas de masas a lo Griffith, pero sin duda habrían dado fuerza a la historia.
- La apología del absolutismo y el culto que rinde el filme a la personalidad del zar tampoco gozan de mi simpatía en absoluto.
Karlos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow