Ed Harris, interpreta a un policía en problemas, y lo construye con fluidez y rotundidad, haciendo absolutamente creíble su caracterización. Aunque nos encontramos ante un folletín de cine negro. Las interpretaciones y un guión lo suficientemente enrevesado, transforman lo que hubiera sido un simple thriller, en una historia bastante entretenida.

Madeleine Stowe en un momento de su carrera muy atractivo, interpretando un personaje sin demasiadas aristas reconocibles, pero necesario y eje fundamental en la trama.

Benicio del Toro, ya apuntaba maneras, pese a la sobriedad contenida de su papel. Es una película de hace 27 años, pero bien tratada por el tiempo. Recomendable.