El interés que suscitan este tipo de historias tan vistas es en que escenarios se desarrollen y las coreografías de las peleas, todo lo demás ya se repite como el ajo. En esta ocasión los productores de John Wick han elegido Tokyo y nuestra heroína asesina es la gran Mary Elizabeth Winstead, que no lo hace mal por cierto.

Como le ocurría a Jason Statman en "Crank" Kate (una asesina que opera en Japón) ha sido envenenada con Polonio después de decir que quería dejar el oficio, solo le quedan 24 horas para resolver y vengar su propio asesinato. Ani la sobrina adolescente de un jefe mafioso al que anteriormente Kate ha liquidado, se unirá a ella para resolver el asunto.

El guionista Umair Aleem no ofrece nada nuevo en esta historia que parece un refrito de numerosas películas similares que comenzaría Luc Besson con su Nikita allá por 1990. Además ya comienzan a hartar un poco este tipo de "asesino" bueno que solo elimina a gente indeseable que merece morir.

El director francés de "Las crónicas de Blancanieves" Cedric Nicolas-Troyan se desenvuelve bastante bien en las escenas de acción, sin movimientos bruscos de cámara para ver las cosas con suma claridad. Hay decorados donde ocurren las peleas bastante chulos con colores blancos y rojizos done se resalta muy bien el caos de las continuas luchas.

Podría haber sido una película mucho más sólida con algunos cambios interesantes en la historia, por lo demás cumple como un film de acción con poca credibilidad pero con bastante tensión.    
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