Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Luth:
10
Drama. Cine negro Charles Tatum es un periodista sin escrúpulos que atraviesa una mala racha a causa de su adicción al alcohol, razón por la que se ha visto obligado a trabajar en un pequeño diario de Nuevo México. Cuando un minero indio se queda atrapado en un túnel, Tatum ve la oportunidad de volver a triunfar en el mundo del periodismo. Entonces, en connivencia con el sheriff del pueblo, no sólo convierte el caso en un espectáculo, sino que, además, ... [+]
14 de mayo de 2021
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es bien sabido que las grandes películas necesitan, sí o sí, incluir pequeños detalles que se nos queden en la mente. El gran carnaval (Billy Wilder, 1951) es un manantial de pequeños detalles, de frases ingeniosas, de diálogos vitriólicos, de miradas y gestos impactantes, de buenos planos, de talento.

Un "periodista" llamado "Chuck" Tatum (Kirk Douglas) se queda en paro y encuentra (yo diría que exige) empleo en un rotativo de Nuevo Méjico. Allí extiende sus tentáculos y se apodera de mentes y almas con su descaro, su lengua bífida y su desmedida ambición, desde el director hasta los compañeros. Luego van cayendo todos los que pasan a su lado, políticos, policías, técnicos y por supuesto, el público, la masa estúpida y morbosa. Tatum atrae a la masa, la masa atrae a Tatum. Es la simbiosis necesaria, la base del amarillismo periodístico.
Ya desde el principio, en la redacción del periódico, Tatum enciende una cerilla con una máquina de escribir. Es mucho más que un pequeño detalle cinematográfico. Es una metáfora de toda la película: el codicioso arribista usa el periodismo (simbolizado en la máquina de escribir) para "encender" su cerilla (su ego, sutil símil fálico).

Wilder y Douglas. Nada podía salir mal. Es mucho talento junto.

Del maestro Wilder, poco que decir. Siempre recordamos sus comedias. Es nuestro subconsciente, nuestra necesidad de ser felices recordando risas y sonrisas. Pero el gran Billy hizo muchas películas de todo tipo, también amargas, duras, valientes, como "Ace in the hole", una descarnada visión crítica del peor periodismo, de lo peor de los seres humanos, tan real y habitual que la película hasta se queda corta, comparada con la vida real.

No hace falta mirar mucho los medios para saber que la tv nos escupe basura a la cara en cuanto damos al botón de encendido. Yo he dejado de verla hace tiempo. En este país todos (sí, todos) los medios de comunicación generalistas están pagados por los mismos dineros, sirven a los de siempre, estupidizan a las masas y las masas atraen e los Tatums españoles de turno. Todas las tertulias están repletas de ellos. Lacayos a sueldo de los patronos del Ibex que derriban o ningunean a políticos y personas honradas (las pocas que hay) con las "cloacas del Estado", con Indas y Ferreras, con Hormigueros y Rojos Vivos, con Vicentes Vallés y fascistas travestidos de periodistas.

El Gran Carnaval es el pan y circo romano. El espectáculo que ciega a los mediocres como la luz a los insectos.

Maravillosa película. Otra obra maestra de Billy Wilder. Otra más.
Herramienta pedagógica para quien le quede aún un poco de conciencia y alguna neurona. ¡Despierta a los niños que tienen que ver esta película!
Luth
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow