Ocho años después de que Gaspar Noé nos pegase una ostia y nos dejase pegados a la butaca con IRREVERSIBLE, nos llega SECUESTRADOS, de la mano de Miguel Ángel Vivas, un parásito de directores, snob, burgués, con medios, la imaginación de una tostadora, y la cara mas dura que la erección de un seminarista. A pesar de claras influencias (algunas rozando el calco) a IRREVERSIBLE, queda en un intento de algo, una placenta quizás.

No puedo evitar hablar de la vergüenza ajena que me a poseído al ver cualquier escena (dramática?) donde sale la hija (Manuela Vellés). Se nota a primera vista que lo mas terrorífico que le a podido suceder en la vida es estar castigada a comer con sus padres, porque lo demás...

En definitiva, primero mira la de Gaspar, y luego vomita sobre Vivas.