Antes que nada he de decir que no ha visto ninguna de las anteriores de la saga, personalmente me ha parecido una comedia nostálgica con trazos de humor grueso, con algún gag bastante logrado pero poco más. Humor picante y un poco escatológico. Es de agradecer las escenas en la que se nos muestra a alguna chica ligera de ropa.
Unos jóvenes que en teoría se supone han madurado deben adaptarse a una vida adulta con lo que ello conlleva: matrimonio, hijos, infidelidad, trabajo, monotonía. Cuando deciden reunirse después de un tiempo, se dan cuenta de que la vida no les ha dado lo que esperaban y que a pesar de que el mundo ha ido cambiando alrededor de ellos, ellos siguen siendo los mismos.
Los dos personajes que más consiguen sacar la sonrisa al espectador son Jim Levenstein (Jason Biggs) con uno de los mejores gags al principio de la película y Steve Stifler (Seann Willian Scott) que con su inmadurez es el que conserva el humor gamberro de las otras películas de la saga y él que nos divierte casi todo el metraje. El resto del reparto se ha limitado a realizar una comedia romántica de reencuentros y separaciones, bastante visto ya.
En resumen: Humor gamberro que no llega a escandalizar.