Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Palomitasconchoco:
4
Drama Poco después de terminada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) Kiiji Nakajima, un anciano atemorizado por las consecuencias del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, vive obsesionado con la idea de construir un refugio antiatómico. Sin embargo, cuando algún tiempo después se plantea emigrar con su familia a Brasil para evitar la amenaza nuclear, su decisión tropieza con la incomprensión de todos los que lo rodean. (FILMAFFINITY)
30 de julio de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vivir en 1955 en Japón y ser director de cine es más que suficiente para realizar una película en la que el pánico a lo nuclear, a las bombas y a las radiaciones fueran las protagonistas al fin y al cabo, el país por aquella época aún no había despertado de la catástrofe de Hiroshima y Nagasaki. En efecto buscando el efectismo, el maestro Kurosawa pudo reflejar bien la situación de incertidumbre y de miedo que por aquella época aún debía atenazar el corazón de los nipones, pero pasado más de medio siglo después y con otros muchos ejemplos de películas sobre la guerra nuclear (especialmente las que se realizaron durante la guerra fría) en realidad el filme no deja de ser hoy más que una curiosidad histórica y una de las primeras obras de un maestro del cine de todos los tiempos como Kurosawa, con películas como Ran, Vivir, Dersu Uzala o Rashomon. Esta no es especialmente una de las obras más destacables del genio nipón, que aunque sí muestra cierta valentía a la hora de tratar un tema espinoso, la verdad es que no termina de coger el toro por los cuernos y todo se queda en una intención… todo se reduce a la ‘locura’ de una sola persona que aquejado del miedo por las radiaciones de las bombas de hidrógeno decide emigrar a Brasil con toda su familia para escapar de la muerte, abandonando todo el Japón, razón por la cual sus propios hijos lo llevan ante un tribunal familiar. Este es en resumen el argumento que utiliza Kurosawa para realizar una crítica descafeinada y poco convincente, mediante una película que salvo un par de escenas con una buena profundidad de campo y una buena dirección de actores, tampoco atesora los prodigios técnicos que el maestro Kurosawa demostrará en otros filmes mucho más dignos de elogios.

En realidad la película resulta incluso distante, muestra un problema de una forma clara sí, pero sin emoción ni intensidad, efectivamente parece más una crónica periodística que un relato en algunos aspectos, porque lo que se cuenta tiene mimbres de sobra para encoger corazones y ensanchar conciencias, pero el guión en esta ocasión no le saca partido a tal eventualidad.

Así, Kurosawa, por ejemplo, renuncia en todo momento a la utilización de la música (salvo en una escena con un disco intradiegético) y solo deja a la faceta del sonido los típicos pasar de un tren, el tic-tac del reloj, o la lluvia cayendo. Tampoco resulta muy acertada el montaje del filme que se solventa con la utilización una y otra vez de cortinillas para engarzar los planos lo que le da al filme un ‘tacto’ bastante tosco, abusando de este recurso tan facilón para desarrollar el montaje.

Aún así, creo que la intención del filme era buena y el guión es cuanto menos curioso, sólo que se esperaza bastante más de un maestro como Kurosawa que para entonces ya había dirigido algún clásico universal.
Palomitasconchoco
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow