Mismo guión que las amistades peligrosas, mismos personajes… ¿misma película?... No, Milos Forman intenta darle su toque personal a la historia cambia pequeñas escenas, ofrece un ritmo diferente… y el resultado, pues aunque la esencia de una buena película sigue ahí en general me decepciona con respecto a la obra de Stephen Frears. Peores interpretaciones, diálogos menos profundos y más profanos, y un ritmo narrativo más lento y menos peculiar a la hora de marcar los ritmos de guión. Sólo gana en una cosa en mi opinión, en la caracterización de los personajes, actores mejor elegidos por su aspecto físico en los que redunda más la coquetería y el doble juego de seducción que se traen entre manos el vizconde de Valmont y la marquesa de Merteuil pero desde luego no por las interpretaciones donde Annette Bening hace desde luego un papel estupendo, pero alcanzar la interpretación de Glenn Close es harto difícil. Colin Firth hace también un papel bastante digno, pero muy lejos del de Malkoveich.
Es cierto que la película en general está muy bien, pero el hecho de intentar llevar al cine la misma historia sólo una año después de una película tan excelsa como Las amistades peligrosas sin duda pasa factura y la historia ya le ha dado el papel de segundota por detrás de la de Frears y en esta ocasión los méritos de una y otra así lo justifica,