Rebautizada con gasto neuronal del 2% para España como "El último asalto" este nuevo film de Rod Lurie que vivió su máximo momento de gloria hace 7 años con "The contender" anda en la delgada línea que va del interés al despropósito. Me explicaré, estamos ante una de esas historias basadas en hechos reales que interesan al público norteamericano básicamente porque les atañe a su consabido sueño y porque ahonda en uno de esas glorias deportivas que enseguida pasan de héroes a víctimas de la sociedad que rodea a su gloria. Y entre medias tenemos a un periodista que quiere relatar la vida de este púgil venido a menos y se encuentra con que hay paralelismos entre ambos aunque sus profesiones sean diferentes. No esperen un film de acción, es una película de relato cadencioso, fallidamente introspectivo, con una gran interpretación de Jackson pero que no acaba de romper los muros de su esqueleto emocional desganado, no transmite esos sentimientos que se pueden apreciar en la profundidad y que nunca llegan con fuerza al primer plano. Hay razones para apreciar este film pero aún hay más para sentir que estamos ante un film menor, flojo, desaprovechado. Tal vez haya historias basadas en hechos reales que tampoco tienen tanto interés o por lo menos requieren enfoques distintos. Más allá de sus debilidades durante el desarrollo "Resurrecting the champ" naufraga en su endeblez última, en su mensaje final sobre el uso de la mentira como consecuencia de diversos dramas familiares. No traspasa, vaya.