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España España · Sevilla
Voto de mankiw:
4
Drama En el año 1970, por caprichos del destino, el joven médico escocés Dr. Nicholas Garrigan (James McAvoy) acaba ejerciendo su profesión en Uganda, un país del que no sabía nada, y allí se ve irreversiblemente unido a un temible personaje: Idi Amin (Forest Whitaker), el reciente nombrado presidente del país africano que comienza a gobernar de forma cruel y sanguinaria. Garrigan comienza a ser el médico personal de un dictador del que se ... [+]
9 de septiembre de 2012
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tremenda la decepción que nos llevamos cuando al terminar de ver la peli comprobamos que su protagonista (me refiero al personaje del médico escocés) no es más que una invención de sus creadores, un espontáneo (nada discreto, por cierto) que se cuela de lleno en la historia contemporánea de Uganda, casi nada. Eso sí, el trabajo nos lo presentan como un ejercicio de realismo histórico (también en las formas) un tanto desvergonzado a tenor de lo indicado. Efectivamente este personaje no era más que el instrumento diseñado para alcanzar el objetivo de la película, que no es el de mostrar a un dictador como un ejercicio de historia (como puede parecer), sino el de enseñarnos cómo humanamente esas cosas ocurren con naturalidad. Y hacerlo a través de los ojos de un escocés corto de miras en el que debemos vernos reflejados para sentir, en nuestras propias carnes, las consecuencias del exceso de ingenuidad supuestamente inherente al hombre blanco.

Pero si el protagonista es inventado para un propósito tan ambicioso como la manipulación sentimental del espectador cualquiera debe exigir que se le manipule con algo más ingenio y ética (viendo esto ahora entiendo por qué hay gente que aclama <La vida es bella> como si fuera una obra maestra). Y si me equivoco y el propósito del film es el mero entretenimiento con un personaje inventado que protagoniza historietas de amor baratas por África, entonces, además de parecerme de una inmoralidad inaceptable, y puestos a divertirnos a costa de los muertos en aquel genocidio, creo que hubiera apostado por algo más divertido, tal y como incorporar el personaje de Shin-Chan a lo Rogert Rabit.

Eso sí, la fotografía, el vesuario y la escenografía son de sobresaliente, la actuación de Forest Whitaker de notable, aunque habría que conocer la opinión de un Ugandés para justificar el Oscar. Lo digo para aquellos que se pregunten por qué le doy un 4.
mankiw
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