Es precisamente cuando se descubre lo que hay detrás de la puerta de las estrellas cuando la película cae cuesta abajo. El concepto de una civilización antigua que fundó a la humanidad hace miles de años es interesante, pero la forma en que se lleva en la película es un despropósito. Precisamente debería ser su punto fuerte, pero es el más débil.

Por otra parte, el antagonista, junto a su ejército de inútiles, teniendo a su servicio tecnología miles de años más avanzada, no dan ni una, no aciertan ni un disparo (típico cliché). Además el faraón tiene poderes sobrehumanos que no usa en ningún momento y sólo se dedica a lucir su cara de veinteañero recién estrenada. Es que por dios, le pasan literalmente por delante de sus narices y no hace nada.

Y por último, la última absurdez de la película es la despedida. Cuando el protagonista se despide para quedarse con la chica lo hace como si se fuese para siempre. Como si no tuviera una puerta que pueden abrir cuando les de la gana y volver literalmente en segundos. Si se hubiese llevado de otra forma hubiese sido una película de 10. Pero para mí se queda en el 6.