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Voto de Buscapé:
10
2013
Bryan Fuller (Creador), Michael Rymer ...
7,4
14 197
Serie de TV. Intriga. Thriller. Drama
Serie de TV (2013-2015). 3 temporadas. 39 episodios. Will Graham (Hugh Dancy), que trabaja en el FBI como analista de crímenes, tiene una capacidad innata para empatizar con los psicópatas, lo que le permite entender sus motivaciones. Pero, cuando se da cuenta de que la mente del asesino en serie que está buscando es demasiado compleja incluso para él, recaba la ayuda de uno de principales psiquiatras del país, el Dr. Hannibal Lecter ... [+]
1 de noviembre de 2015
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si pensabas que la película original de Jonathan Demme era insuperable, (Jodie Foster y Anthony Hopkins alcanzaban el Rubicón interpretativo y químico) ésta nueva propuesta no sólo reinventa y lleva al paroxismo lo anteriormente expuesto, si no que además se enrosca como una serpiente en tu cerebro, ahondando en todo aquello que quedaba en el aire en las películas y explorándolo en una vertiente más enfermiza, poética y metafísica. Siendo Mad Mikkelsen, (Hannibal) y Hugh Dancy (Will Graham) el dúo diatónico que mantiene al espectador en vilo hasta el mismo capítulo final.
Si bien es cierto que, en determinados capítulos, se vuelve algo densa y lenta, no podemos obviar la extrañeza de su propuesta: demasiado macabra y a la vez elegante y lírica para el mero formato televisivo. Es por ello, que no extrañe su cancelación, pues hacia el tercio final Hannibal ya no es el "cannibal": es un ser omnisciente hacedor de oblicuidad que teje desde los rincones más oscuros de su catedral neuronal, los hilos que delicadamente cortan la carne de sus "víctimas". Esa densidad morbosa, plateresca, gótica se difuminan en tus ojos como una acuarela heroinómana a la que te vuelves adicto, para definitivamente ahogarte en su abismo: ¡¡Pero que abismo!! Señoras y señores. Si True Detective era gloriosa desde la ponzoña; ésta tampoco se queda corta.
Resumen: sólo para mentes lo suficientemente oscuras como para empatizar con la historia, los personajes y el morbo. Es el placer Aristotélico-Marcoaurelino: el placer de hablar, escuchar, preguntar y gozar de una conversación se convierte en algo más vívido y satisfactorio que el mismo sexo. De ahí esa relación tan mórbida y a la vez poética entre Will y Hannibal.
Sigue en spoiler
Si bien es cierto que, en determinados capítulos, se vuelve algo densa y lenta, no podemos obviar la extrañeza de su propuesta: demasiado macabra y a la vez elegante y lírica para el mero formato televisivo. Es por ello, que no extrañe su cancelación, pues hacia el tercio final Hannibal ya no es el "cannibal": es un ser omnisciente hacedor de oblicuidad que teje desde los rincones más oscuros de su catedral neuronal, los hilos que delicadamente cortan la carne de sus "víctimas". Esa densidad morbosa, plateresca, gótica se difuminan en tus ojos como una acuarela heroinómana a la que te vuelves adicto, para definitivamente ahogarte en su abismo: ¡¡Pero que abismo!! Señoras y señores. Si True Detective era gloriosa desde la ponzoña; ésta tampoco se queda corta.
Resumen: sólo para mentes lo suficientemente oscuras como para empatizar con la historia, los personajes y el morbo. Es el placer Aristotélico-Marcoaurelino: el placer de hablar, escuchar, preguntar y gozar de una conversación se convierte en algo más vívido y satisfactorio que el mismo sexo. De ahí esa relación tan mórbida y a la vez poética entre Will y Hannibal.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La serie alude a un término llamado "Becoming": transformación.
Will Graham tiene el don de una empatía tan pura, que es capaz de reproducir al milímetro toda escena del crimen como si él mismo la hubiera ejecutado. Sin embargo, Hannibal, (en principio mentor y amigo) es todo lo contrario: es pura frialdad lógica, enjaulado en sus propios parámetros de perfección que le impiden errar. No es humano. Está por encima del bien y del mal.
Will Graham inicia su transformación porque Hannibal le muestra lo que realmente es: su empatía esconde a un psicópata encubierto. Es esa negación, la que Hannibal trata una y otra vez de romper, alcanzado una relación de amor-odio entre ambos protagonistas morbosa y cizañera. No extraña pues, las permanentes alusiones a Dante (Will Graham) y Virgilio (Hannibal) alcanzando su connotación más enfermiza en el infravalorado trabajo del padre del Románticismo Inglés: William Blake y su "Gran Dragón Rojo", (perteneciente a sus estudios sobre el Renacimiento Italiano, y más en concreto, sobre la figura redentora de Dante Alligheri)
Porque todo, absolutamente todo en esta serie no es casual, ni pedante ni está por estar. Al igual que los manjares que cocina Lecter, aquí no hay lugar para el gafapastismo o el hipsterismo cutre. Aquí hay que estar igual de enfermo que los dos personajes.
Will Graham tiene el don de una empatía tan pura, que es capaz de reproducir al milímetro toda escena del crimen como si él mismo la hubiera ejecutado. Sin embargo, Hannibal, (en principio mentor y amigo) es todo lo contrario: es pura frialdad lógica, enjaulado en sus propios parámetros de perfección que le impiden errar. No es humano. Está por encima del bien y del mal.
Will Graham inicia su transformación porque Hannibal le muestra lo que realmente es: su empatía esconde a un psicópata encubierto. Es esa negación, la que Hannibal trata una y otra vez de romper, alcanzado una relación de amor-odio entre ambos protagonistas morbosa y cizañera. No extraña pues, las permanentes alusiones a Dante (Will Graham) y Virgilio (Hannibal) alcanzando su connotación más enfermiza en el infravalorado trabajo del padre del Románticismo Inglés: William Blake y su "Gran Dragón Rojo", (perteneciente a sus estudios sobre el Renacimiento Italiano, y más en concreto, sobre la figura redentora de Dante Alligheri)
Porque todo, absolutamente todo en esta serie no es casual, ni pedante ni está por estar. Al igual que los manjares que cocina Lecter, aquí no hay lugar para el gafapastismo o el hipsterismo cutre. Aquí hay que estar igual de enfermo que los dos personajes.