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Voto de Wanchope:
8
6,1
23 537
Comedia. Drama
Medio-oeste americano, 1967. Larry Gopnik (Michael Stuhlbarg) es un profesor de física que ve cómo de la noche a la mañana su vida se derrumba. Es un hombre bueno, un marido fiel y afectuoso, un buen padre y un profesor serio, pero, de repente, todo en su vida empieza a ir mal. Su mujer lo abandona sin explicaciones, y el amante de ella lo convence para que deje su casa y se mude a un motel por el bien de los niños. Además, su carrera ... [+]
28 de mayo de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No resulta nada difícil reconocer la personalidad de los hermanos Coen detrás de ‘Un Tipo Serio’ para cualquiera que les haya prestado algo de atención, un film que recupera la verdadera esencia del dúo norteamericano y nos los devuelve en plena forma tras unos años titubeantes, en donde su filmografía se ha nutrido de films algo por debajo del genio de unos directores con tanto potencial. 'Un Tipo Serio' aunque le anda cerca no es una obra maestra pero no deja de ser su mejor película de los últimos 10 años, prácticamente desde "El Nota", y que pone sobre el tablero la evidencia de que tan importante es el talento como la personalidad para poder resultar verdaderamente estimulante.
Tras la seriedad de la irregularmente notable 'No es País para Viejos' (sobrevalorada en su conjunto, que no por partes) y la ligereza de 'Quemar Después de Leer' (un simpático pasatiempo, no más), los Coen vuelven a su terreno de juego predilecto con esta comedia negra, por calificar de alguna manera, género que han ayudado a desconfigurar y reformular continuamente durante toda su carrera, y de donde podemos extraer los más logrados momentos cómicos del cine moderno, algunos de ellos firmados por los propios Coen. Es aquí donde su talento mejor luce ante una cámara, extrayendo con maestría quirúrgica las gotas de humor directamente del corazón del drama, o a la inversa, reposando el drama sobre los hombros de la comicidad más pura, todo ello con la naturalidad propia de la vida en sí, ácida existencia totalmente alejada de una sencilla etiqueta con la que ser catalogada, y reformulable por completo a cada tic del reloj. Los Coen cuando resultan imprevisibles e inclasificables son tan notables cineastas que logran el casi imposible de hacer evolucionar su obra conforme su metraje avanza… ‘Un Tipo Serio’ cumple, y con nota.
Tengo que reconocer que había perdido la fé en los hermanos Coen. Tras su más que notables trabajos de los años 80 y 90, el siglo XXI parecía que había hecho mella en el talentoso espíritu de unos cineastas que se presentaban cansados, sin chispa ni rumbo, y cuyo anarquia e indefinición conceptual y narrativa les dejaba sin sitio a los ojos de una industria adicta al fast-food identificativo. Cuando son etiquetables y serviles resultan tan asépticos como intrascendentes, simples profesionales impersonales; amparados bajo el manto del verdadero espíritu indomable del enfant terrible a espaldas de la gran industria, con la libertad que otorga no rendir cuentas necesariamente de la taquilla, presentan la que es su tercera producción en tres años, una obra digna de la insolente frescura desprejuiciada de sus primeros trabajos pero empaquetada y formulada con la experiencia y sabiduría adquirida en sus últimos 15 años, reinventando con suma sencillez, sobriedad y eficacia el rico y frondoso mapa dramático de una historia tan compleja en su interior como sencilla en su exterior.
Tras la seriedad de la irregularmente notable 'No es País para Viejos' (sobrevalorada en su conjunto, que no por partes) y la ligereza de 'Quemar Después de Leer' (un simpático pasatiempo, no más), los Coen vuelven a su terreno de juego predilecto con esta comedia negra, por calificar de alguna manera, género que han ayudado a desconfigurar y reformular continuamente durante toda su carrera, y de donde podemos extraer los más logrados momentos cómicos del cine moderno, algunos de ellos firmados por los propios Coen. Es aquí donde su talento mejor luce ante una cámara, extrayendo con maestría quirúrgica las gotas de humor directamente del corazón del drama, o a la inversa, reposando el drama sobre los hombros de la comicidad más pura, todo ello con la naturalidad propia de la vida en sí, ácida existencia totalmente alejada de una sencilla etiqueta con la que ser catalogada, y reformulable por completo a cada tic del reloj. Los Coen cuando resultan imprevisibles e inclasificables son tan notables cineastas que logran el casi imposible de hacer evolucionar su obra conforme su metraje avanza… ‘Un Tipo Serio’ cumple, y con nota.
Tengo que reconocer que había perdido la fé en los hermanos Coen. Tras su más que notables trabajos de los años 80 y 90, el siglo XXI parecía que había hecho mella en el talentoso espíritu de unos cineastas que se presentaban cansados, sin chispa ni rumbo, y cuyo anarquia e indefinición conceptual y narrativa les dejaba sin sitio a los ojos de una industria adicta al fast-food identificativo. Cuando son etiquetables y serviles resultan tan asépticos como intrascendentes, simples profesionales impersonales; amparados bajo el manto del verdadero espíritu indomable del enfant terrible a espaldas de la gran industria, con la libertad que otorga no rendir cuentas necesariamente de la taquilla, presentan la que es su tercera producción en tres años, una obra digna de la insolente frescura desprejuiciada de sus primeros trabajos pero empaquetada y formulada con la experiencia y sabiduría adquirida en sus últimos 15 años, reinventando con suma sencillez, sobriedad y eficacia el rico y frondoso mapa dramático de una historia tan compleja en su interior como sencilla en su exterior.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ya desde su hipnótico y desconcertante prólogo, que aparenta no tener absolutamente nada que ver con el resto de la película, el planteamiento reflexivamente jovial de los hermanos Coen fluye con plena eficacia. El film es todo un prodigio narrativo fundamentado en un no menos excelente guión, una a la par tan ligera como profunda reflexión sobre la vida, un surtido variado de ideas mezcladas pero no revueltas, caóticamente estructuradas pero con la solidez dramática de una comedia ligera, y un dulce tan golosamente sencillo a simple vista como aparenta su acidez y mordaz concepción, pero que sin ello deje de resultar complejamente gustoso. Y es que nuestra forma de experimentar la realidad depende directamente de nuestra propia noción del mundo, de ahí que una idea tan simple puede tener unas posibilidades tan complejas como variables a cada mínima decisión. De esto trata básicamente 'Un Tipo Serio', casi como quien no quiere la cosa, y con más sabiduría y maestría que muchos autocatalogados como "dramoneros/corruptores sociales", más preocupados en imponer una visión sesgada y partidista que en proponer un pensamiento libre.
Rematado todo el conjunto con un gran reparto, y que habría que acachar a un magistral trabajo realizado por parte de su departamento de casting y en donde todos y cada uno de sus integrantes están dónde y cuándo deben de estar, y en el que hay que destacar su protagonista Michael Sthulbarg, "fichado" vía Broadway, con una capacidad admirable para sostenerse entre el drama y la comedia con una extrema finura. Y no dejar de mencionar los también remarcables trabajos de Jess Gonchor (diseño de producción), Cartel Burweell (compositor del 90% de los trabajos de los Coen) o el Montador Roderick Jones... pero una crítica es tan finita que así como en ocasiones sobran las palabras malas en otras no caben todas las buenas... En definitiva, los Coen parece que han vuelto de las "vacaciones". O eso me lo parece a mí, o me han pillado de buenas, o últimamente alguno que otro "palo" ha propiciado que alguna haya de salvarse. Lo cierto es que 'Un Tipo Serio' es un Coen 100%, tal vez demasiado y por eso su alcance se limite a una cierta condescendencia artística y no sea la oportunidad propicia para no iniciados, y que tal vez mi entusiasmo se deba al respeto que 'Muerte entre las Flores', 'Barton Fink', 'Arizona Baby' o ' El Gran Lebowski' (y alguna más que se me escapa) producen en mí, y la impresión de que he vuelto a ser convencido por el talento de sus mismos responsables... o tal sea simplemente cine, puro cine, como la vida misma. Sea como fuere, mi notable alto no se lo quita nadie.
Rematado todo el conjunto con un gran reparto, y que habría que acachar a un magistral trabajo realizado por parte de su departamento de casting y en donde todos y cada uno de sus integrantes están dónde y cuándo deben de estar, y en el que hay que destacar su protagonista Michael Sthulbarg, "fichado" vía Broadway, con una capacidad admirable para sostenerse entre el drama y la comedia con una extrema finura. Y no dejar de mencionar los también remarcables trabajos de Jess Gonchor (diseño de producción), Cartel Burweell (compositor del 90% de los trabajos de los Coen) o el Montador Roderick Jones... pero una crítica es tan finita que así como en ocasiones sobran las palabras malas en otras no caben todas las buenas... En definitiva, los Coen parece que han vuelto de las "vacaciones". O eso me lo parece a mí, o me han pillado de buenas, o últimamente alguno que otro "palo" ha propiciado que alguna haya de salvarse. Lo cierto es que 'Un Tipo Serio' es un Coen 100%, tal vez demasiado y por eso su alcance se limite a una cierta condescendencia artística y no sea la oportunidad propicia para no iniciados, y que tal vez mi entusiasmo se deba al respeto que 'Muerte entre las Flores', 'Barton Fink', 'Arizona Baby' o ' El Gran Lebowski' (y alguna más que se me escapa) producen en mí, y la impresión de que he vuelto a ser convencido por el talento de sus mismos responsables... o tal sea simplemente cine, puro cine, como la vida misma. Sea como fuere, mi notable alto no se lo quita nadie.