Veo "El juego de Ender", la película estadounidense de ciencia ficción basada en la novela homónima de Orson Scott Card, que dirige y escribe el sudafricano Gavin Hood (dirigió Tsotsi que, en el 2005 consiguió el Oscar a la mejor película extranjera). El joven de 17 años, Asa Butterfield, está correcto en su papel de chico con talento inusual enviado a una avanzada escuela militar en el espacio para prepararse en la lucha contra las invasiones alienígenas y Ben Kingsley (como Mazer Rackham) también consigue una buena interpretación pero no puedo decir lo mismo de Harrison Ford a quien -parece ser- la cirugía estetica no le deja sino construir personajes acartonados y faltos de expresión, como este coronel Hyrum Graff. Los efectos especiales son fantásticos, llenos de potentes imágenes visuales, caros (100 millones de dólares) y nada artesanos ( durante la posproducción, la compañía de efectos especiales que trabajaba en la película, Digital Domain, entró en bancarrota) en esta película juvenil con final moral, aunque me parece sumamente difícil que los/as jóvenes saquen enseñanza alguna de la misma acerca del trabajo en equipo y la delegación. Agil, entretenida y con una buena banda sonora a pesar de que se desaprovechan muchas tramas secundarias.