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Voto de John Giraldo:
9
7,4
2 947
Comedia. Romance. Drama. Musical
Cuenta la historia de Rancho, un chico con una pasión por estudiar y aprender. En la escuela de ingenieros, entablará amistad con Raju y Farham que acabarán por convertirse en sus dos mejores amigos. Pero al graduarse pierden el contacto y sus dos amigos deciden ir en su búsqueda. (FILMAFFINITY)
15 de septiembre de 2011
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Había un viejo vigilante en nuestra aldea. En sus rondas nocturnas gritaba: todo está bien. Y todos dormíamos tranquilos, luego, hubo un robo. ¡Y descubrimos que no podía ver por la noche! Gritaba simplemente, todo está bien, y nos sentíamos seguros. Ese día comprendí que el corazón se manipula fácilmente. Tienes que engañarlo. Por muy grande que sea el problema, dile a tu corazón: -Todo está bien-”.
Rancho, protagonista de la película
Por: John Harold Giraldo Herrera
[email protected]
Del cine hindú reconozco soy neófito. Sus películas pese a que son la mayoría producidas en el mundo, unas 1300 al año, es decir, unas 4 por día, una estadística diciente, son muy poco conocidas en occidente, al parecer se cuelan las que incorporen una mimesis de las películas gringas. Hollywood puede producir unas mil películas, es decir 3 diarias. Pero la estadística es apenas un dato para ubicar un contexto. Lo sustancial es que de Bollywood conocemos muy poco porque sus películas terminan siendo caseras, de esas pocas que llegan al extranjero hay una que me ha impactado. Se trata de la historia de tres amigos estudiantes universitarios, cuyas vidas nos generarán tanto críticas al estado de cosas, como vías para el escape.
Cada película que uno ve marca una trayectoria, ofrece un camino, un centenar de imágenes que quedarán rodando entre nosotros. Cada película es un encuentro, una forma de relacionarse con el mundo, con el propio mundo. Cada película se convierte -dependiendo de sus posibilidades expresivas y del género en que se inscriba- en un pacto entre quien la ve y quien la ha hecho. Un pacto donde uno sabe que está manipulado, pero donde también existe la cautivación y la posibilidad de reconocimiento de diversos escenarios, entre ellos, el de la propia existencia. Y he visto una película de la cual se desprende una idea de sujeto, se muestra de manera efusiva un modo de ser. Se trata de la película 3 idiotas, realizada por la más grande industria del cine del mundo: La India. Su director Rajkumar Hirani ha hecho una película para el deleite de los sentidos.
Pero más allá de generar un espectáculo, la película recae sobre una serie de ideas adversas al ser: se nace como máquina y al parecer estamos predeterminados a cumplir con los objetivos de otros y no con los nuestros. Se nace para entrar en una especie de círculo donde los demás esperan de uno y uno deberá acatar una serie de normas. Se vive condicionado con unos poderes que infringen las pautas: las instituciones ponen el canon, la sociedad los regula, la escuela los formaliza. En esta película -3 idiotas- sus protagonistas infringen las normas.
sigo en spoiler
Rancho, protagonista de la película
Por: John Harold Giraldo Herrera
[email protected]
Del cine hindú reconozco soy neófito. Sus películas pese a que son la mayoría producidas en el mundo, unas 1300 al año, es decir, unas 4 por día, una estadística diciente, son muy poco conocidas en occidente, al parecer se cuelan las que incorporen una mimesis de las películas gringas. Hollywood puede producir unas mil películas, es decir 3 diarias. Pero la estadística es apenas un dato para ubicar un contexto. Lo sustancial es que de Bollywood conocemos muy poco porque sus películas terminan siendo caseras, de esas pocas que llegan al extranjero hay una que me ha impactado. Se trata de la historia de tres amigos estudiantes universitarios, cuyas vidas nos generarán tanto críticas al estado de cosas, como vías para el escape.
Cada película que uno ve marca una trayectoria, ofrece un camino, un centenar de imágenes que quedarán rodando entre nosotros. Cada película es un encuentro, una forma de relacionarse con el mundo, con el propio mundo. Cada película se convierte -dependiendo de sus posibilidades expresivas y del género en que se inscriba- en un pacto entre quien la ve y quien la ha hecho. Un pacto donde uno sabe que está manipulado, pero donde también existe la cautivación y la posibilidad de reconocimiento de diversos escenarios, entre ellos, el de la propia existencia. Y he visto una película de la cual se desprende una idea de sujeto, se muestra de manera efusiva un modo de ser. Se trata de la película 3 idiotas, realizada por la más grande industria del cine del mundo: La India. Su director Rajkumar Hirani ha hecho una película para el deleite de los sentidos.
Pero más allá de generar un espectáculo, la película recae sobre una serie de ideas adversas al ser: se nace como máquina y al parecer estamos predeterminados a cumplir con los objetivos de otros y no con los nuestros. Se nace para entrar en una especie de círculo donde los demás esperan de uno y uno deberá acatar una serie de normas. Se vive condicionado con unos poderes que infringen las pautas: las instituciones ponen el canon, la sociedad los regula, la escuela los formaliza. En esta película -3 idiotas- sus protagonistas infringen las normas.
sigo en spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Cuando vi 3 idiotas no pude menos que recordar la idea educativa de las competencias: se educa para la excelencia, es necesario ser los mejores, el mundo actual exige de personas capaces así sean infelices. En cambio, la película 3 idiotas nos habla de un retraso, de aquellos que creen que el mundo es para hacer lo más inmediato: avivar nuestros gustos, concederle todo el valor a la amistad, privilegiar la solidaridad más que la eficiencia, corresponder con unas relaciones de apoyo en contra de las ventajosas. Sonreír en vez de quejarse, sin dejar de ir en contra de la corriente, esa misma que arrasa a los individuos muchas veces al colapso.
Es cierto, el cine hindú, puede molestarnos por sus coreografías, esos bailes en medio de una situación trágica o fabulosa, pero resulta muy atractivo poder ver como 3 idiotas intentan salirse con la suya. Recuerdo de niño como mi maestra me decía que leyera que los libros no asustaban, debo decir que ella se equivocó, la lectura me ha producido tantos miedos como pasiones, así como ir al cine no es por mera diversión, a veces ocurre que uno queda suspendido, delirando, inquieto y ensimismado, pensando, interfiriendo la vida propia con la vista en pantalla. Entonces todo lo referido a educación a veces suele ser arbitrario otras veces liberador. Si educarse no es inquietarse, asustarse o producir algún efecto en uno, quizás no estemos aprendiendo.
Dicen que los idiotas les falta la idiocia, un trastorno causante de retrasos o deficiencias mentales producto de ser adquiridos congénitamente o en la primera infancia, pero idiotas pueden ser aquellos que se salen con la suya y son felices trasgrediendo las normas, siendo felices, porque más idiotas podrían ser quienes se adaptan, se contienen y cumplen a cabalidad con lo establecido. No hay como hacer lo que a uno le apasiona y a eso se dedican los 3 idiotas. Nos hacen creer que todo puede estar bien.
Es cierto, el cine hindú, puede molestarnos por sus coreografías, esos bailes en medio de una situación trágica o fabulosa, pero resulta muy atractivo poder ver como 3 idiotas intentan salirse con la suya. Recuerdo de niño como mi maestra me decía que leyera que los libros no asustaban, debo decir que ella se equivocó, la lectura me ha producido tantos miedos como pasiones, así como ir al cine no es por mera diversión, a veces ocurre que uno queda suspendido, delirando, inquieto y ensimismado, pensando, interfiriendo la vida propia con la vista en pantalla. Entonces todo lo referido a educación a veces suele ser arbitrario otras veces liberador. Si educarse no es inquietarse, asustarse o producir algún efecto en uno, quizás no estemos aprendiendo.
Dicen que los idiotas les falta la idiocia, un trastorno causante de retrasos o deficiencias mentales producto de ser adquiridos congénitamente o en la primera infancia, pero idiotas pueden ser aquellos que se salen con la suya y son felices trasgrediendo las normas, siendo felices, porque más idiotas podrían ser quienes se adaptan, se contienen y cumplen a cabalidad con lo establecido. No hay como hacer lo que a uno le apasiona y a eso se dedican los 3 idiotas. Nos hacen creer que todo puede estar bien.