Si alguien busca la perfecta definición de “película mala a rabiar” que vea este engrendro llamado "Left Behind". El problema no es que el guión sea vergonzosamente manipulador (que lo es), el problema es que el guión es penoso, casi tan penoso como esa realización televisiva, esa musiquilla de ascensor y ese Nicolas Cage desubicado. Todo en “Left Behind” huele a tufo ultracatolico que busca más grabar un mensaje (el típico mensaje del miedo) que el entretenimiento y es capaz de sacrificar la lógica en pos de imponer una ideología tan peligrosa como estúpida. No tengo nada contra los católicos, allá cada uno que piense en lo que quiera, pero cuando un puñado de adoradores de la crucecita se ponen en marcha para pertrechar porquerías cinematográficas como esta… pues no. ¿Para qué tanto drama y tanto suspense? ¿Para que ese plano final apocalíptico? Imagino algún cura viendo este bodrio pseudotelevisivo mientras asiente con la cabeza y repite “ya os lo dije yo”. No negaré que la película mantiene un poco el suspense justo después del “acontecimiento” pero las explicaciones llegan de manera tan ridícula que el espectador no puede por menos que sentir que alguien le está tomando el pelo… o quiere venderle una moto.

Mala y manipuladora a rabiar. Huid como la peste, avisados quedáis.

Id con Dios.