Negarle a Darren Lynn Bousman su condición de cineasta efectista (y por ende: efectivo) es algo que nunca haré. Sea la película que sea, este director siempre consigue sorprender, ya sea con sus entregas de la saga “Saw” o con esa obra maestra del terror-opera que fue “Repo, the genetic opera”. Siempre encuentro algo en su cine donde engancharme, aunque sean solo diez minutos, incluso en sus peores películas. Y hay que reconocer que “Abattoir” no es de las mejores, parece más bien un encargo facturado con oficio, pero sin pasión. A pesar de ello, tiene algunos momentos excelentes que la sitúan por encima del nivel medio del terror actual. El villano (ese genial actor que es Dayton Callie) tiene entidad y resulta curioso, la historia funciona muy bien en su tramo final (a pesar de su flojo comienzo) y la película se deja ver más que bien gracias a que estamos hablando de un cine de terror diferente. Es una película de terror irregular, pero tiene suficiente entidad para dejar un buen regusto (gracias a ese acertado final). La historia es lo de siempre, no nos engañemos: estamos hablando de ese tipo de cine de fantasmas o casas encantadas que tan bien funciona cuando está bien hecho a pesar de que todo suene a ya visto. Si os gusta el género y no sois demasiados exigentes, este “Abattoir” cumplirá vuestras expectativas.