Basada en un caso real (no se hasta qué punto), donde un hombre joven, enamorado de una adolescente, acaba matando al padre de esta por negarse a que mantengan relación, y huyen por todo el país, escondiéndose, malviviendo y matando a todo el que sea necesario.

El interés de la película, sobre todo, se centra en la magníficas actuaciones de los dos protagonistas, que son, por pura definición, psicópatas, incapaces de sentir afecto o remordimientos por el resto de personas. Esa forma de demostrarlo a lo largo de todo el largomentraje, su manera de comportarse (sobre todo Martin Sheen, que está genial), consigue engancharte y te da una sensación de mal rollo increíble.
Una película dura, dramática pero a la vez muy interesante.