Cuando a una película la catalogan como thriller psicológico significa que es un intento fallido de film de terror. "Pontypool" pretende ser original y ni siquiera se deja ver como un simple entretenimiento visual, resultando cansina ya en su primera media hora. El planteamiento argumental es una versión idiota de aquella broma radiofónica de Orson Welles sobre un relato de H. G. Wells.