Sólo los nombres del cartel nos apabullan: Gregory Peck, David Niven y Anthony Quinn en la piel de comandos infiltrados británicos en las islas griegas es un plato muy suculento.
Las interpretaciones de los tres protagonistas son perfectas, si bien las de los secundarios flojean un poco. La tensión dramática de la misión se mantiene a buen nivel durante toda la cinta, y la escenificación de guerra de guerrillas en la isla griega y su fortaleza es simplemente formidable.
Los cañones de Navarone es un relato sobre el compañerismo entre hombres del que ya no se lleva. Del de compartir un cigarrillo en la cubierta de un barco con la mirada fija en el infinito mientras se tienen conversaciones casi sin palabras.
spoiler:
"A decir verdad, nunca pensé que lo lograríamos"
"A decir verdad... yo tampoco"