Hacer un remake de aquel clásico que le valió el Oscar a Wayne hace tantos años es, cuando menos, arriesgado. Pero si es de la mano de los Cohen, pues todos respiramos algo más tranquilos. El caso que nos ocupa es realmente un buen western, que resucita una vez más el género de forma más que digna.
El hecho de dar una nueva perspectiva a lo que hizo en su día Hataway, de dar más protagonismo al personaje de la niña (un trabajo excelente además por parte de Hailee Steinfeld) ya es admirable. Si además lo acompañamos del excepcional trabajo de Bridges, que en versión original gana muchos enteros además, y de un Josh Brolin también notable, el western va por buen camino. A Matt Damon no le veo acertado en el casting, su papel de Ranger chirría un poco, y esto es opinión personal. Barry Pepper a mí siempre me ha gustado, y caracterizado para la ocasión, ofrece una de las escenas cumbre de la película.

Es cierto que la película tarda en arrancar. Una vez que los Cohen se sueltan y el viaje comienza, la partitura de Burwell y los planos paisajistas comienzan, todos lo agradecemos. Resulta una visión del Oeste que sin dejar de ser clásica, presenta unos personajes con unos matices extraordinarios, a destacar el Marshall Cogburn interpretado aquí por un magistral Bridges, quien fuera Wayne en la cinta original.

Un punto a destacar es la total humanización que bajo mi punto de vista se otorga a los personajes, ni Cogburn es ningún héroe, sino más bien lo contrario, ni el ranger un superhombre. Todos intentan hacer lo correcto a su manera, originando una espiral de violencia a su paso. Descata un final muy lógico que sin caer en lo fácil y excesivamente dramático da a la cinta un cierre bastante correcto. Y aunque los Cohen sacrifican en parte su característico humor para la ocasión, sí que por otra parte firman un western que sin ser un dechado de originalidad, sí insufla al género una revisitación honorable.

Hay evidentemente, escenas para el recuerdo. No se trata de un western donde la acción tenga especial protaginismo, pero la que hay está bien implementada y filmada. Quizá no resulte una obra redonda en su forma, pero el talento de Jeff Bridges, y la maestría tras las cámaras de los Cohen obtienen un estupendo resultado. Casi inevitables las comparaciones con la obra maestra "Sin Perdón" del maestro Eastwood, sobre todo es sus minutos finales. Pero los Cohen tienen su sello propio. Para tener en cuenta.

"Señor Cogburn, en sus 4 años como Marshall, a cuantas personas ha disparado?"
"Disparado....o matado?"