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Voto de Juan Ignacio :
6
Comedia. Drama En una extraña y última petición vital, un anciano indio obliga a su hijo a que deje el trabajo y le acompañe a la ciudad santa de Benarés (Varanasi), para morir allí. Ante tal demanda, al hombre no le queda otra opción que embarcarse con él en el viaje. (FILMAFFINITY)
6 de abril de 2019
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Dayanand Kumar, un hombre viudo, de 77 años, vive con su hijo Rajiv, su nuera Lata y su nieta Sunita. Después de unos sueños, para él premonitorios, y a pesar de gozar de buena salud, decide que es hora de irse a Benarés, ciudad sagrada del hinduismo, para morir allí. Debido a la firme decisión de su padre, Rajiv se ve obligado a acompañarle en dicho viaje, a pesar de que está desbordado de trabajo. Una vez en Benarés se alojarán en el hotel Salvación, más bien una pensión muy modesta que solo ofrece la estancia, uno de los muchos hospedajes económicos que hay en la ciudad para quienes, como Dayanand, piensan que su hora ha llegado y quieren hacerlo en tan sagrado lugar.

Asistimos como espectadores a una historia simple, afable, contada en tono de comedia, si bien su trasfondo está ocupado por el final de la vida y la preparación de los hinduistas para ese momento. La película también nos habla de la familia Kumar, de sus relaciones entre sí, de su día a día y de sus preocupaciones. En el mismo tono que guion y dirección se presentan: una fotografía exquisita de Michael McSweeney y David Huwiler que ilumina de forma espléndida tan bellos parajes, y una música muy apropiada, sin tratar de destacar nunca y sí de acompañar al relato, de Tajdar Hunaid.

Se nos muestra la tradición y creencias de Dayanand, un hombre ilustrado, más apegado a lo primero que a lo segundo; un hombre que a pesar de su edad comprende el mundo nuevo que se desarrolla en su sociedad, tan inmovilista durante siglos, aunque no lo comparta, ni mucho menos, en su totalidad. Las vivencias y el ser de personajes secundarios también se nos relatan de forma eficaz: Rajiv, el hijo de Dayanand, un hombre agnóstico, que a pesar de ello se siente mucho más arraigado que su padre a tradiciones morales que ya se empiezan a quedar obsoletas. Vimla, su más que dura, cruel existencia de sus últimos 18 años vividos como viuda, no esperando nada más que el momento de su muerte; para su sociedad y, por supuesto, para su entorno, dejó de existir al tiempo que lo hizo su marido. El peculiar Mishraji, el dueño del hotel, hombre disciplinado para dirigir su negocio y al tiempo dotado de la suficiente caridad para tratar a sus clientes en tan delicados momentos; hombre de sabiduría empírica que conoce perfectamente cuando le llega de verdad a cada uno de sus alojados el trance de morir. Y, por último, la joven Sunita, la nieta de Dayanand, quien prefiere trabajar a casarse con un hombre impuesto por sus padres.

Debut cinematográfico del joven Subhashish Bhutiani, con tan solo 25 años durante el rodaje, con un guion escrito junto a Asad Hussain, quien es el autor de los diálogos. El neófito director aborda un trabajo sencillo, sincero, costumbrista e intimista, donde todo transcurre con la misma calma que el flujo del río Ganges. No obstante hay que achacársele lo excesivamente convencional de su dirección, se nota su bisoñez, como también se aprecia la escasez de presupuesto de la producción, llegando a afectar esto último al resultado final de la obra .
Juan Ignacio
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