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Voto de John Dunbar:
6
Fantástico. Aventuras Jacob (Asa Butterfield) de 16 años, es un chico con problemas para relacionarse y muy unido a su abuelo. Después de sufrir una tragedia familiar y con la intención de saber más sobre el pasado y las disparatadas historias de su abuelo, convence a sus padres para dirigirse a la costa de Gales y buscar el hogar para niños especiales de Miss Peregrine, de los que tanto le han hablado. (FILMAFFINITY)
14 de agosto de 2020
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La gran diversificación de freaks repletos de cualidades asombrosas que en él habitan, hubiera podido ser cosa de la unión de esfuerzos entre un Tod Browning súper vanguardista y un Stan Lee recortado de músculo para poder alumbrar algo semejante. Pero no. Todo proviene más cerca en el tiempo, sacado de la cabeza del escritor estadounidense Ransom Riggs y su manifiesto gusto por las rarezas, este es el hogar al que solo alguien como Tim Burton podría ponerle rostro y darnos acceso.

Burton, orfebre consagrado de lo gótico, le pone su inconfundible sello a una adaptación que narra la historia de un grupo de niños alojados en una mansión, cada uno con su particularidad misteriosa, cada uno con su tara personal. La dama elegida como anfitriona es la siempre sugerente Eva Green, alguien a quien le basta la solemnidad de su mirada para hacer las veces de custodio, temerosa de su prole, esa pieza esencial junto a Jacob (Asa Butterfield) para unir todas las demás y que éstas dispongan de una oportunidad (aunque siendo lo más pragmáticos posibles, cabría preguntarse ¿para qué?). La misma Eva Green ya se había licenciado en peculiaridades con el propio director en la irregular 'Sombras tenebrosas' (2012) y recién hecho el posgrado en la singular y no por ello menos estupenda 'Penny Dreadful' para la televisión, se embarca en esta aventura igualmente distinta. No es de reprochar que Miss Peregrine deba llevar su nombre, así pues, que sea la opción más que adecuada para dar cobijo a tan distintivo elenco.

La sensación de poder haber sido más esta presente, junto a ese empeño a veces errático de creer que cuanto más llenas la pantalla de elementos digitales, más te aproximas al verdadero propósito. Desde el espectáculo visual de campanillas, esta colección de bichos raros que pasan de secundarios a protagonistas, alberga poco margen para el recuerdo. Las buenas emociones llegan en el momento en el que Jacob encuentra su razón de ser, la música acompaña y la unión hace la fuerza, pero como los buenos trucos de magia existe un gran ánimo de exhibición y toda peculiaridad estética acaba por imponerse.
John Dunbar
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