"Si quien te aterroriza es quien te protege, dime, ¿quién te librará de este terror? Esta cita encabeza el artículo de Laing sobre Lo obvio. Un terror que protege, una protección que aterroriza. Este atrapamiento parece transmitirse por la línea masculina: el Padre y los Nombres del Padre, esencialmente la religión y el Estado. El padre domina a los hijos en la línea del Padre, padrone de los hermanos Taviani. El hijo consigue escapar pero las mujeres quedan atrapadas bajo la amenaza de la violencia el repudio y la exclusión. La peripecia del relato elimina al padre por la vía de la apoplejía, no en vano Escocia sigue siendo la capital mundial del infarto. Pero en auxilio del dominio de género mediante la autoridad tiránica de los varones llegan la religión y el Estado. "Señor, dame Escocia o muero" exclamaba John Knox; pero ¿para que la quería? ¿Para perpetuar un modelo de control de conciencias y voluntades? De esta forma respalda el envío de los pobres ciudadanos al frente de la Gran Guerra que habían organizado las oligarquías poderosas de Europa bajo la amenaza de la traición y la difamación por cobardía. Solamente la sensibilidad de las mujeres aliada al poder de la muerte parece dejar abierta una puerta de esperanza. Tanto sufrir para morirse uno.