Sin lugar a dudas, la mejor de todas las series del estudio Hanna-Barbera. Una gran comedia, que divierte con situaciones muy cotidianas, a pesar de estar ambientada en la edad de piedra. Si es posible hacer un paralelismo con series mucho más actuales, salvando las distancias en la permisividad de lo que se podía decir o no en la televisión, Los Picapiedras puede ser comparada con los primeros años de Los Simpsons, o en la actualidad con la serie Bob's Burgers.

Los Picapiedras (The Flintstones en el original) no era una comedia animada más, ya que, al contar con más tiempo por episodio que otros cartoons de la época, podían desarrollar mucho mejor cada una de las historias. Sin lugar a dudas, la primera temporada fue la mejor (cuando aún eran recién casados), pero después la serie se mantuvo con buen nivel.

El estilo gráfico era el tradicional de los estudios Hanna-Barbera: buen nivel de animación, buen diseño de personajes. Los paisajes y fondos eran lo más simple de la serie (pero aun así, no interfieran en el argumento).

Muy recomendable, tanto para nostálgicos del humor retro como para fans de la animación en general.