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Voto de cherburgo:
10 989
Drama. Comedia
Johnny Marco (Stephen Dorff) es un actor de gran éxito cuya vida de excesos y lujo cambia por completo cuando, sin previo aviso, se presenta su hija de once años (Elle Fanning), fruto de un matrimonio fracasado. Johnny es una estrella de cine que vive en un lujoso hotel de Hollywood, conduce un ferrari y sale con bellas mujeres sin comprometerse con ninguna. (FILMAFFINITY)
27 de enero de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de la sobrevalorada hija de F.F. Coppola, que va sobre la vida cotidiana de una superstar hollywoodiense y de su presunto vacío existencial.
Stephen Dorff, el superstar, se pasa los dias presentando películas, tomando el sol o bañándose en la piscina, cepillándose a bellas señoritas, asistiendo a juergas, jugando al Guitar-Hero con su hijita o paseando en un flamante Ferrari. Con semejante vida es lógico que el pobre hombre se deprima y se hunda en la más absoluta desesperación.
Todo esto se nos cuenta, a veces, con largos planos-secuencia, interminables silencios, etc. Hay una escena en la que le vemos tumbado en una colchoneta hinchable flotando sobre la piscina del hotel. Caigo en un microsueño, apabullado por el ritmo trepidante de la historia. Me despierto. Stephen Dorff sigue flotando sobre la piscina del hotel.
En un momento dado, se da cuenta de la vacuidad de su vida, y deja el Ferrari y se pone a andar. Conclusión lógica a una vida aburrida y que Sofia Coppola no le desearía a ninguno de los millones de afectados por la crisis.
Fin.
Stephen Dorff, el superstar, se pasa los dias presentando películas, tomando el sol o bañándose en la piscina, cepillándose a bellas señoritas, asistiendo a juergas, jugando al Guitar-Hero con su hijita o paseando en un flamante Ferrari. Con semejante vida es lógico que el pobre hombre se deprima y se hunda en la más absoluta desesperación.
Todo esto se nos cuenta, a veces, con largos planos-secuencia, interminables silencios, etc. Hay una escena en la que le vemos tumbado en una colchoneta hinchable flotando sobre la piscina del hotel. Caigo en un microsueño, apabullado por el ritmo trepidante de la historia. Me despierto. Stephen Dorff sigue flotando sobre la piscina del hotel.
En un momento dado, se da cuenta de la vacuidad de su vida, y deja el Ferrari y se pone a andar. Conclusión lógica a una vida aburrida y que Sofia Coppola no le desearía a ninguno de los millones de afectados por la crisis.
Fin.
