Un film que, evidentemente, nos interesará mucho a los que nos dedicamos, de una manera u otra, a la educación: desde padres y profesores, a toda clase de orientadores, psicólogos, y psicopedagogos. No hay grandes montajes, no hay grandes presupuestos; el gran efecto especial viene dado por la palabra y el oído: un profesor que sabe preguntar y sabe escuchar. Un maestro que sabe ahondar en los diálogos, a veces un poco desorientados, de sus pequeños alumnos.
No es apta para quien piense que lo cotidiano no puede tener un gran valor; no es apta para frívolos o superficiales. Absténganse quienes opinen que sólo puede llenar la vida el dinero y la comodidad.