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Voto de Lafuente Estefanía:
10
Drama Basada en la novela homónima de Maxim Gorki. Un barón arruinado después de haber dilapidado su fortuna en el juego y las mujeres congenia con Pepel, un ladrón profesional del que están enamoradas dos hermanas. El marido de una de ellas regenta una sórdida posada en la que se instalarán el barón y Pepel. (FILMAFFINITY)
23 de abril de 2024
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Es el primer título que Máximo Gorki dio a su drama teatral, "Sin sol", como la "Calle" de nuestro Rafael Gil (1948). Cambió luego sucesivamente a "El asilo nocturno", "El fondo" y por fin "El fondo de la vida". Inesperadamente en el momento del estreno (1902) quedó como "Los bajo fondos".
Pese a compartir el término "fondos", nada que ver con el sentido filosófico y analítico de las anteriores denominaciones. El mensaje había cambiado.
De nada le sirvió. La censura zarista apenas permitió representarla en el Teatro del Arte y eso porque estaba convencida de su fracaso. Hasta 1905 estuvo extraoficialmente prohibida, mientras se traducía a numerosos idiomas y se representaba con éxito por todo el mundo.
De la mano de Renoir y de Kurosawa, nada menos, pasó pronto al cine este drama de Gorki.
El francés nos ofrece una obra maestra. Con la delicadeza que le caracteriza, midiendo al milímetro cada plano, encuadre, iluminación, sombras, puesta en escena, rostros, decorados ... Extraordinaria fotografía.
Lo mismo hace con los personajes. Una masa coral, un grupo de perdedores, cada uno con su propia personalidad que lo diferencia de los demás. En estos casos suele descuidarse la descripción del individuo en beneficio del grupo. No ocurre eso aquí, donde cada uno de ellos queda perfectamente retratado con hábiles brochazos.
También nos ha llamado la atención el prolongado travelling a lo largo de los veladores de la casa de comidas, o los diferentes planos que se ofrecen en muchos encuadres que incluyen varias escenas de la hospedería hasta llegar al patio exterior.
Se dice que Gorki se inspiró para su obra en fotografías de los bajos fondos que a veces ilustraban los programas en las representaciones teatrales. La titulada "Noche agitada en algún bar de Moscú", recuerda la cena final de Viridiana que siempre se ha considerado un trasunto de la Última cena del Señor con sus discípulos cuando instituyó la Eucaristía. Es posible que también inspirase a Buñuel.
Pese a la sordidez del tema y de los desgraciados que retrata, Renoir, como Chaplin, muestra a menudo su faceta más tierna y delicada, incluso consigue en el caso de Pepel (Gabin) su rehabilitación por el amor. Todo un canto a la esperanza.
Una obra maestra con un profundo sentido de la realidad que Renoir pone al servicio de un auténtico naturalismo poético.
Imprescindible.
Lafuente Estefanía
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