Nos gusta el cine de Alex. Al menos las películas que hemos visto suyas incluida la serie de las "Monedas".
Otra vez un drama tragicómico con sus excesos, pero también con su ternura.
Un guion algo atropellado pero coherente. Y una realización con personajes de "cromo y hierro". Brillante la selección de Carlos (Castro), el auténtico protagonista. Un niño idiotizado con las ñoñerías de los superhéroes de pistolas de marcianos y de catanas, que quiere saber algo de su padre de quien nadie le cuenta nada. Pero que acaba conociendo a su abuelo Julián (Gracia), a su archienemigo de rodaje, Cheyene (de Andrés) y a un montón más de pringados.
Personajes "de cine". Especialistas, secundarios, inverosímiles, pero de cine, "Los olvidados".
Buenas frases: "Yo llevaba el tanque de Patton y el poncho de Clint", "Cincuenta películas de especialista y siete con frase ... y en inglés: -Dame un whisky, Joe".
Unos cuantos buenos golpes en la famosa rambla de Tabernas. Un auténtico homenaje al western mediterráneo, a Leone, a Eastwood. Superior la presentación a todo ritmo mientras suenan los acordes de Morricone con ritmos flamencos.
En el debe, los excesos de este cineasta. Que maldita la falta que le hace meter al niño en la cama de una puta.
Y un buen final, digan lo que digan, que se barrunta en el cartel principal. Recomendable.