-¿Diga?
-¿Hola, eres Natalie Portman?
-Sí, dígame.
-Le llamo de la empresa de casting de la Paramount. Verá, estamos preparando una película épica basada en leyendas nórdicas...
-Ya, bueno, es que ahora mismo estoy enfrascada en un proyecto ambicioso sobre una bailarina...
-Bueno, bueno. Le informo de que la película va a dirigirla Kenneth Branagh...
-Mmm... No sé, no sé...
-Ah, y compartirá reparto con Stellan Skarsgard y, antención, con el ganador de oscar Anthony Hopkins...
-Vale, ¿dónde hay que firmar?

(Pocos días después)
-¿Oiga, es usted el encargado de casting de la Paramount?
-Sí, dígame.
-Verá, soy Natalie Portman. Acabo de recibir el guión de la película de la que me habló y... bueno, me parece una mierda. Esto es un pastiche para el lucimiento de un rubiales chulo-playa. El argumento no tiene nada de interés, el final no está para nada trabajado. Y mi papel... es que no hago nada de nada en toda la película. Y no me haga hablar de Hopkins y Skarsgard. Así que desisto de participar...
-Lo lamento, Natalie, le recuerdo que la conversación que tuvimos fue grabada y es vinculante. ¡Se siente!