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Voto de Er_Séneca:
2
Intriga El inglés Oliver, de turismo por España, descubre una conspiración para asesinar a Sally Kennedy, una norteamericana también turista. Oliver inicia una investigación donde conocerá a extrañas personas. (FILMAFFINITY)
28 de abril de 2024
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Un inglés (Denholm Elliott) está de vacaciones en España, y observa cómo alguien intenta atropellar deliberadamente a una mujer, cuyo rostro, por algún motivo que no voy a desentrañar, no ve ni él ni el espectador hasta el minuto final. Como le da en la nariz (nunca mejor dicho) que alguien está empeñado en asesinar a la criatura, y por tanto lo va a seguir intentando, se declara a sí mismo caballero andante y, con la ayuda de su fiel taxista Smiley (Peter Lorre), se pone a seguir a la susodicha allá adonde ésta vaya para protegerla de los malandrines que la acechan.

Como otras pelis yanquis de la época cuyo propósito era presentar los paisajes españoles como un personaje más de la trama (The Pleasure Seekers y otras cuyo título ahora no recuerdo), ésta tampoco consigue arrancar en ningún momento, y ya al poco rato se va haciendo uno a la idea de que el bodrio está servido, lo que por desgracia se va confirmando minuto tras minuto. Es cierto que el título (posteriormente cambiado a "Holiday in Spain") era sobre todo un vehículo para el lanzamiento del novedoso sistema Smell-O-Vision, diseñado para que, en determinados momentos, se difundieran en la sala cinematográfica olores relacionados con lo que se presentaba en ese momento en pantalla, como un perfume, flores, el humo de una pipa, café, etc etc., y que sin ello se pierde algo de lo pretendido, pero por desgracia lo que queda es sencillamente deplorable.

No voy a entrar en nimiedades como que en un rato el taxi salga de Granada, pase por Segovia, a la vuelta de la esquina aparezca en Pamplona en plenos sanfermines y a la salida de la misma ruede de nuevo por los campos andaluces, porque, en fín, cine es cine, pero lo malo es que los constantes despropósitos son la norma a lo largo de una cinta en la que impera la confusión, con situaciones absurdas y sin sentido a cada parpadeo y una lamentable insistencia en los motivos taurinos, hasta que por fín el sufrido espectador tira la toalla y se resigna a no esperar nada relevante o de interés de lo que está viendo.

Yo personalmente me puse a verla porque, bueno, soy uno de esos enamorados del cinerama y el tecnicolor, y te esperas que con esos dos ingredientes no puedes equivocarte del todo, pero, sí sí... Sin embargo, hay dos cosas que se salvan por los pelos en este dislate: precisamente parte de los paisajes y monumentos presentados en formato panorámico (y digo parte porque aquí han fallado hasta los de localización), y Peter Lorre, sus diálogos son lo mejor del guión (la mujer: "...no tenía ningún derecho a ponerles a ustedes en peligro.", Lorre: "En eso la señora tiene su punto de razón."), de hecho, su actitud pasota y cansina creo que refleja lo que debía de discurrir por su mente durante el rodaje.
Er_Séneca
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