Nunca dejará de sorprenderme como, cuando parece que una secuela de "Insidious" (James Wan, 2010) cierra el arco dramático original de los Lambert, llega la siguiente entrega para mostrar recovecos abiertos. Eso es lo más llamativo de "Insidious (La última llave)", aka "Insidious origins". Un film que, aún siendo el más endeble de la saga, sigue manteniendo varias buenas cosas a las que aferrarse.
"Insidious (La última llave)", cuarto y quien sabe si último episodio de la franquicia, es un producto en el que el personaje de Elise se hace más fuerte aún si cabe, convirtiéndose en eje central de una historia que vive por y para darle un principio. Ahí reside el primer acierto del film, creo que dicho personaje acumula mucho más carisma del que se le presuponía en un principio. Y es que, su evolución a lo largo y ancho de estas cuatro películas es tremenda. Ha pasado, de clásica médium de turno, a uno de los más potentes iconos del terror moderno. Una Lin Shaye a la que ya siempre se le recordará por este papel. Y no se puede negar que en sus dos acompañantes también reside una gran pizca de carisma. Specs y Tucer se revelan como fantásticos Laurel & Hardy, explotando esa vis cómica que ya iniciaran en "Insidious, capítulo 2" (James Wan, 2013).
Una vez conseguido un buen triangulo en el que sustentarse, el film comienza su carrera de obstáculos, derivados la mayoría de ellos del hecho de ser una cuarta entrega, y siendo salvados con solvencia. "Insidious (La última llave)" ofrece una trama muy decente y sólida que da más importancia a los personajes que a los jumpscares, y que para nada resulta plana, mostrando incluso inesperados recovecos.
En el lado negativo, que lo hay, he de colocar un par de cosillas. A Adam Robitel lo he visto con bastante falta de personalidad en la silla del director. Me ha resultado un mercenario más, a diferencia de otros realizadores como Mike Flanagan, David F. Sandberg o el propio Leigh Whannell, que han sabido utilizar este tipo de productos para destacar en la medida de lo posible e ir haciéndose un hueco. Y dentro de la débil dirección de Robitel he de asegurar que "Insidious (La última llave)" es una cinta agotadoramente oscura. De sobras sé que el cine de terror y la oscuridad siempre van de la mano, pero es que aquí me ha resultado muy excesivo.
En resumidas cuentas, "Insidious (La última llave)" da lo que debe y punto. Si en verdad es un cierre a la saga, no es un mal cierre.