Tres años más tarde vuelven los dinosaurios de la nueva trilogía Jurassic y básicamente nos ofrecen lo que cabía esperar, con un guión que peca de ser más de lo mismo con una novedad en su planteamiento: los dinosaurios como víctimas, dentro del contexto del maltrato y tortura como animales y el mercantilismo ilegal. Por lo demás, sabemos que venimos a lo habitual y es ver cómo los dinosaurios se meriendan a personajes de mala calaña y amenazan y hacen sufrir a los protagonistas. En lo que se refiere a los "bicharracos", vemos a los mismos de la película anterior y algunas novedades, pero no demasiadas.

Sin embargo, el salto de calidad que se da con esta película lo consigue Juan Antonio Bayona con una formidable dirección y que especialmente en concretas escenas confirma su habilidad ya demostrada en Lo imposible. Hago referencia a la escena más lograda en el apartado de spoiler.

Chris Pratt hace buen papel, pero no tan efectivo como en la anterior película y sin comparación respecto a su más conocido rol en Guardianes de la galaxia. Los secundarios son bastante sosos en su mayoría, pero afortunadamente nos encontramos con un cameo que encanta a los nostálgicos.

Por lo demás, un desarrollo bastante previsible, pero que sostiene entretenimiento sin que se torne aburrida y que satisface a los fanáticos de los dinosaurios (entre los cuales me incluyo).