Jason, se te echa de menos.
Legacy es, aún así, una película entretenida, pasas un buen rato viendola, recomendable para los amantes de las películas de acción, e indispensable para incondicionales de la saga.
Pero con ella nos damos cuenta también que no volveremos a estar al nivel de la primera. Y que se podía esperar de una ya cuarta película de una saga que, con el paso del tiempo, con el paso de películas, se viene a menos. Es una saga que va de más a menos. Aún así, esto no debería parecernos extraño, a otras sagas como Alien, Terminator o cambiando de género, Shrek, les pasó lo mismo. Que le vamos a hacer.
Y es que, repito, si encima le quitamos a nuestro querido Jason, ¿qué nos puede quedar? Pues una película correcta, con buenas escenas de acción y sin errores a destacar, pero que deja un sabor de boca que sabe a poco a todos aquellos que ya hemos visto las anteriores.
Pero tampoco quiero menospreciar a Ed Skrein, no es mal actor. Es más, pido que lo contraten para hacer más películas de acción, quiero volverlo a ver en este género pero haciendo otro papel, y a ser posible, que no se lo quite a otro, como hace en esta.
Y ya que me pongo en plan pidón, pido, (no, no lo voy a pedir, lo voy a exigir), exijo que la saga Transporter continúe, volviendo a contratar a Jason, y arreglando el desconcierto que han provocado a los fans de la saga. Así que, Luc Besson, ya tienes trabajo.