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Voto de Frank Booth :
6
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Fantástico. Aventuras. Drama
Durante diez idílicos años, la pequeña Mija (An Seo Hyun) ha sido la cuidadora y compañera de Okja, un gigantesco cerdo, en su granja de la montaña, en Corea del Sur. Pero todo cambiará cuando la gran multinacional familiar Mirando Corporation se intente llevar a Okja a Nueva York, donde la narcisista y egocéntrica Lucy Mirando (Tilda Swinton) tiene otros planes para la mejor amiga de Mija.
26 de mayo de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bong Joon-ho es una artista, sin duda alguna todos los mundos que construye son tan propios como universales, tiene una envidiante capacidad para organizar ideas y producir grandes películas. “Okja” no es una excepción, y al más puro estilo coreano con una mezcla de diferentes géneros narrativos nos cuenta una encantadora y disparatada fábula animalista protagonizada por un “lechón” y una niña.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
“Okja” es a mi entender “cine familiar” lo que produce unos efectos críticos (negativos y positivos) que no se pueden entender sino como dos caras de la misma moneda.
La historia se desenvuelve fácilmente, está muy bien trenada y tienen personajes encantadores, aunque esto la convierta en algo convencional y con un final para mi gusto demasiado convenido.
Es positivo el hecho que acerca su idea del “genocidio” animal a todos los públicos, sin abusar de imágenes crueles, a través de una reflexión sobre la industria cárnica que se encuentra al más estricto orden del día, lo que me parece interesante y tal vez necesario. En este sentido véase la escena final del matadero, en la que compositivamente hay claras referencias al Holocausto nazi.
Aunque algunos personajes sean encantadores, encuentro que muchos otros son descritos como muy pueriles o muy raros, que además los animales son muy humanos y que en cambio los humanos no son muy humanos y tiene actitudes raras y excéntricas, hecho que quizá acerca el publico infantil a la película pero que distancia al público adulto de la reflexión central del metraje.
Es posible que la película funcione como introducción al debate sobre el veganismo como ideología civilizatoria, pero para esto, y hacer una profunda reflexión al respeto tendría que señalar mejor sus objetivos. Creo que no debería infantilizar tanto a sus protagonistas ni crear un futuro distópico que parezca tan alejado de nuestro presente. Creo que en muchos aspectos la película da pistas para creer que está cargada de buenas intenciones pero a la vez estos mismos aspectos son los que embarrizan el debate central. En este sentido tengo mis dudas sobre si el punto de partida: “Los humanos hemos creado una raza animal transgénica para nuestro propio interés” ayude mucho. Con esto quiero decir que si me pongo a compararla con otro metraje se me ocurre por ejemplo “Frankenstein” en dónde la moraleja parece señalar que el problema de los humanos es que jugamos a ser Dios, cosa que creo que no es el objetivo de la película aunque a veces lo pueda parecer.
A lo mejor soy demasiado exigente y seguramente es más fácil criticar que crear un contenido fresco acerca de este tema. Pero cuándo veo películas como King Kong o Mi gran amigo Joe creo que en ellas queda claro que la crítica es que: La esclavitud animal es tan innecesaria como moralmente reprobable.
Respeto de “Okja” que el consumo de carne de forma industrializada es moralmente reprobable creo que queda merinamente claro, pero en ningún caso se mete en la alternativa o la necesidad del cambio. Además, a ese respeto tengo la sensación que los “terroristas” de liberación animal que plantea son una caricatura constante y que el guion además nos recuerda que debemos mofarnos de ellos. Esto pasa cuando por ejemplo uno de sus integrantes casi se desmaya en medio de una persecución por no querer comer un tomate de importación.
Supongo que es difícil encontrar un equilibrio, pero al fin y al cabo Okja no deja de ser cine familiar, con una reflexión fresca para todos los públicos y dosis de entretenimiento más que loables.
La historia se desenvuelve fácilmente, está muy bien trenada y tienen personajes encantadores, aunque esto la convierta en algo convencional y con un final para mi gusto demasiado convenido.
Es positivo el hecho que acerca su idea del “genocidio” animal a todos los públicos, sin abusar de imágenes crueles, a través de una reflexión sobre la industria cárnica que se encuentra al más estricto orden del día, lo que me parece interesante y tal vez necesario. En este sentido véase la escena final del matadero, en la que compositivamente hay claras referencias al Holocausto nazi.
Aunque algunos personajes sean encantadores, encuentro que muchos otros son descritos como muy pueriles o muy raros, que además los animales son muy humanos y que en cambio los humanos no son muy humanos y tiene actitudes raras y excéntricas, hecho que quizá acerca el publico infantil a la película pero que distancia al público adulto de la reflexión central del metraje.
Es posible que la película funcione como introducción al debate sobre el veganismo como ideología civilizatoria, pero para esto, y hacer una profunda reflexión al respeto tendría que señalar mejor sus objetivos. Creo que no debería infantilizar tanto a sus protagonistas ni crear un futuro distópico que parezca tan alejado de nuestro presente. Creo que en muchos aspectos la película da pistas para creer que está cargada de buenas intenciones pero a la vez estos mismos aspectos son los que embarrizan el debate central. En este sentido tengo mis dudas sobre si el punto de partida: “Los humanos hemos creado una raza animal transgénica para nuestro propio interés” ayude mucho. Con esto quiero decir que si me pongo a compararla con otro metraje se me ocurre por ejemplo “Frankenstein” en dónde la moraleja parece señalar que el problema de los humanos es que jugamos a ser Dios, cosa que creo que no es el objetivo de la película aunque a veces lo pueda parecer.
A lo mejor soy demasiado exigente y seguramente es más fácil criticar que crear un contenido fresco acerca de este tema. Pero cuándo veo películas como King Kong o Mi gran amigo Joe creo que en ellas queda claro que la crítica es que: La esclavitud animal es tan innecesaria como moralmente reprobable.
Respeto de “Okja” que el consumo de carne de forma industrializada es moralmente reprobable creo que queda merinamente claro, pero en ningún caso se mete en la alternativa o la necesidad del cambio. Además, a ese respeto tengo la sensación que los “terroristas” de liberación animal que plantea son una caricatura constante y que el guion además nos recuerda que debemos mofarnos de ellos. Esto pasa cuando por ejemplo uno de sus integrantes casi se desmaya en medio de una persecución por no querer comer un tomate de importación.
Supongo que es difícil encontrar un equilibrio, pero al fin y al cabo Okja no deja de ser cine familiar, con una reflexión fresca para todos los públicos y dosis de entretenimiento más que loables.