Creo que ésta es una pequeña obra maestra, uno de los mejores westerns que se han hecho, y dirigida además por uno de los mejores directores. Clint demuestra que no solo nació para ponerse delante de la cámara, sino también detrás. El film posee además, aunque en principio no lo parezca, uno de los guiones más originales del Salvaje Oeste, con una historia de venganza del todo inusual.

En el no muy tranquilo pueblo de Lago llega un forastero, y llega a un pueblo donde los forasteros no son muy bien recibidos por algunos bandidos del pueblo. Cinco minutos en el pueblo le bastarán para cargarse a los tres primeros. Y visto lo visto, el pueblo ve en él una posible salvación para lo que se avecina, pues saben que en unos días saldrán de la cárcel otros tres bandidos a los que ellos mismos encerraron. En el pequeño curriculum de éstos tres mequetrefes se halla escrito la muerte del anterior sheriff local. El forastero es su única salvación, y todo lo que esté en sus manos para que les ayude, todo.