Una película desternillante. De lo mejorcito de Ben Stiller y eso que ha hecho películas realmente buenas y muy divertidas. Tiene gags únicos que son la monda, creando escenas memorables. Los personajes también están muy bien definidos, pues no solo Cameron y Stiller copan esos divertidos gags, también Matt Dillon hace un gran papel, su escena con el perro es "acojonante" (en el buen sentido).

De las mejores elecciones si lo que quieres es partirte de risa.
Solo hay una cosa que no me gusta de ésta película.